Checos y austríacos se acogerán a normas de seguridad nuclear de la Comisión Europea
La República Checa y Austria respetarán los estándares de la seguridad nuclear que determinará una comisión de especialistas de la Comisión Europea. Este fue el resultado de la reunión de cuatro horas, este martes, entre el Primer Ministro checo, Milos Zeman, y su homólogo austríaco, Wolfgan Schussel.
La puesta en marcha de la Central Nuclear checa de Temelín desató una fuerte ola de protestas en la vecina Austria, que manifestó su desacuerdo con la proximidad de la planta a sus fronteras y el eventual peligro de contaminación ambiental.
El Primer Ministro checo, Milos Zeman, insistió en que la seguridad de Temelín es una de las prioridades del Gobierno y de la República Checa.
"Quiero decir que el Gobierno checo, al igual que el austríaco está sumamente interesado en que la Central de Temelín sea lo más segura posible, pero en caso de que se demuestre lo contrario la Planta dejaría de funcionar", aseguró Zeman.
Los Primeros Ministros insistieron en la necesidad de crear mayores y mejores sistemas de comunicación sobre la Central de Temelín, coincidiendo en el empleo de un "teléfono rojo" entre Praga y Viena.
La delegación austríaca subrayó que su país no obstaculizará el ingreso de la República Checa a la Unión Europea. "Nosotros no bloqueamos nada, al contrario deseamos que las cosas se aceleren" insistió el Primer Ministro de Austria, Wolfgan Schussel, al tiempo que sostuvo que su Gobierno debe supeditarse a las decisiones del Parlamento.
Si bien la reunión no ofreció una respuesta definitiva representa un paso muy importante en la normalización de las relaciones entre Praga y Viena. La puesta en marcha de la Central Nuclear de Temelín desató fricciones entre los dos países, al punto que los austríacos bloquearon durante muchos días los pasos fronterizos con la República Checa.