Catrinas mexicanas son admiradas por los checos

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Esculturas de Catrinas mexicanas, fotografías de altares decorados y colores de un 2 de noviembre se pueden ver desde este jueves en la Embajada de México en Praga, en una muestra dedicada a la celebración del Día de Muertos en ese país.

David Treviño
Son mujeres sensuales con figuras esbeltas y caderas pronunciadas, llevan vestidos y sombreros elegantes, tienen nombre, pero en lugar de rostro tienen una calavera. El autor de la serie escultórica de Catrinas que se exponen en la Embajada de México en Praga es David Treviño, de Monterrey.

“Estas Catrinas son un homenaje al maestro Posadas, que las inició a finales del siglo XIX haciendo estas caricaturas como crítica, pero con alguna ligera variante. Las mías están muy floridas y tienen flor inclusive alrededor. ¿Por qué? Mi intención es no hablar de la muerte por muerte, sino como de vida, como parte de un ciclo, que es parte de mi temática personal en mi obra.”

Colores vivos llenos de luz aparecen también en los acrílicos de calaveras que David Treviño presenta en la muestra. Es una interpretación personal de la fiesta del Día de Muertos, explica el artista mexicano.

“No es una fiesta en la que hagamos ruido y todo eso, que se malinterpreta, sino que es una fiesta porque se conmemora, se recuerda a la persona que ya no está. Y a la vez se celebra la vida de uno mismo. Porque cuando uno está más cerca de la muerte, por ejemplo, se reflexiona más sobre la vida y el tiempo de ahora. Entonces, digamos, tenerlo eso presente y no nada más decir: no, la muerte no. Es como un consciente que eso es lo único seguro que tenemos todo el mundo aquí en la vida, que un día vamos a morir. Si lo hacemos consciente haces más vivido, más intenso tu presente porque no cuentas con el mañana. Esa es la intención de ¿por qué ver la muerte con terror? Entonces, inclusive los cráneos están esbozando una ligera sonrisa.”

Por su parte, las fotos documentan la atmósfera mística de la celebración del 1 y 2 de noviembre en la isla de Janitzio, en el área de Pátzcuaro, en el Estado de Michoacán. Allí todavía se mantienen vivos los originales rituales del Día de Muertos mexicano, que en 2003 fue declarado Patrimonio de la Humanidad.

La actual muestra en Praga es ante todo un proyecto cultural, subraya David Treviño, que ya ha realizado numerosas exposiciones de su obra en la República Checa. “Paralelo a trabajar con personas con discapacidad también me importa mucho lo que es la cultura mexicana. Con mi tema, que hablo mucho de la vida y la muerte, acopla perfecto. Por otro lado, llevo estudiando esto desde hace siete u ocho años cuando participé como jurado en altares de muertos en México. Es una cultura que también en el norte del país se está rescatando. En el sur es mucho más popular, pero en el Norte estábamos con el Halloween, yo nací con esa generación.”

El próximo martes David Treviño ofrecerá una conferencia sobre el Día de Muertos en el Centro de Estudios Iberoamericanos de la Universidad Carolina de Praga. La exposición en la Embajada de México estará abierta hasta el 30 de noviembre.