Castillo de Cimburk, cuna de los caballeros ladrones
Hoy los invitaremos a dar un paseo imaginario por el castillo de Cimburk, en la región de Moravia, conocido entre muchos como la cuna de los caballeros bandidos.
En Moravia se dice con frecuencia que la mitología checa se sostiene en un gran error: al contrario de lo que cuentan las leyendas, de que la nación fue fundada en la colina de Rip, en Bohemia, varios moravos dicen que todo partió en la localidad de Chriby, a pocos kilómetros de la ciudad de Uherske Hradiste, es decir, muy cerca del castillo de Cimburk.
Cimburk fue en su mejor época uno de los castillos más hermosos de Moravia. Sus altas murallas rodeadas por verdes bosques se imponían con majestuosidad ante todo el que transitaba por la región. Sin embargo, desde principios del siglo XVIII el castillo de Cimburk comenzó a perder su esplendor. Tal es así, que incluso los historiadores suelen denominarlo hoy "arx desolata", que en español significa "el castillo abandonado".
Los guías turísticos del desolado castillo se refieren hoy a los frondosos bosques aledaños como una de las principales reservas ecológicas del país. Por esa razón centenares de turistas viajan anualmente a esa zona.
Su agradable clima, la diversidad botánica de sus bosques, la abundancia de animales para la caza y la fertilidad de sus tierras son algunas de las razones por las que hace unos treinta mil años esa región era una de las más pobladas de Europa Central.
Cuenta la leyenda que el castillo le debe su nombre al caballero Bernard de Cimburk, que poco después de contraer matrimonio con la noble Sabina de Korycany, en la década de los treinta del siglo XIV, se estableció cerca de la sierra de Chriby. Bernard de Cimburk - considerado un hombre cruel y malhumorado - vivió ahí por más de treinta años, pero después de su muerte el inmueble cambió varias veces de dueño.
Fue hasta 1398 que apareció por la región el noble Cenek de Drahotus, que al ver el castillo decidió comprarlo y posteriormente ampliarlo. Cenek de Drahotus vivió ahí por varios años, sin embargo, de pronto surgió un gran pleito en torno a la posesión del inmueble: según los escritos fue el noble Vok de Holstejn quien recibió los derechos de propiedad sobre el castillo de Cimburk, aunque muchos sostienen que se hizo con el castillo por la fuerza.
Resulta que el noble Vok no gozaba de muy buena fama. Según muchos por sus venas corría sangre de bandido y en toda la región era conocido como el 'caballero ladrón'. A finales de la década de los noventa del siglo XIII Vok de Holstejn participó en uno de los más grandes saqueos de bienes eclesiásticos que recuerda la historia.
Tal fue la magnitud del robo que el propio Papa Bonifacio IX decidió excomulgar al noble de Holstejn, aunque el castigo le fue levantado cuatro años más tarde. Pero al parecer Holstejn era muy testarudo y jamás dejó de hacer sus fechorías.
La conducta del ágil caballero moravo estaba llena de contradicciones. Aunque fue uno de los signatarios de la carta de protesta contra la quema del reformador religioso Juan Hus, en Constanza, cinco años después se puso al servicio del rey checo Segismundo, ferviente enemigo de Hus. Tenía intensiones de participar en la toma del castillo de Vysegrad durante las guerras husitas.
Según los escritos de la época, el caballero Vok de Holstejn murió una semana antes de iniciada la batalla. Bueno, esa es una versión. Otra enlaza estrechamente a Vok con uno de los más cercanos partidarios del rey Segismundo, Esteban de Vartanov, gracias a quien los husitas pudieron tomar el castillo de Visegrad.
Entre la inmensa lista de nombres conectados con el castillo de Cimburk figura también al caballero Jaroslav de Lomnice, igual de bandido que el noble de Holstejn y que supuestamente secuestraba a los campesinos para más tarde venderlos o intercambiarlos. También escondía en las bodegas de su castillo los fastuosos tesoros que robaba y que hasta la fecha permanecen ahí.
El castillo de Cimbruk se encontraba en medio de una ruta comercial que unía las ciudades de Korycany y Kyjov con la entonces lejana localidad de Zdounky, lo que hacía de la zona el escenario perfecto para los asaltantes y bandidos. Aunque hemos nombrado solamente algunos de los "caballeros ladrones", sin duda la lista es interminable.
Otra de las personalidades relacionadas con Cimburk fue el erudito noble Ctibor de Tovacov, autor del entonces célebre libro "El duelo entre la verdad y la mentira", que nació en precisamente en el castillo pocos años después de la muerte de Hus. Gracias a Tovacov se oficializó el idioma checo en Moravia.
El último dueño de Cimburk fue la familia de los Horecky, de la ciudad de Horka, quienes adquirieron el castillo en 1611. Medio siglo después lo restauraron, convirtiéndolo en un lujoso palacio.
Quienes parten en busca del castillo de Cimburk -desde la ciudad de Korycany- pueden tener algunos problemas para encontrarlo. Con los años el castillo ha quedado oculto entremedio de la vegetación y es imposible divisarlo desde la distancia. Además, una importante parte de las que fueran sus dependencias están hoy en ruinas.
Pero, ¿cuándo se comenzó a construir el castillo de Cimburk? Esa pregunta le ha quitado el sueño a decenas de historiadores: hasta el momento no se ha logrado determinar la fecha exacta de su construcción... en los documentos de la época no figuran fechas que documenten el nacimiento del castillo... solamente figuran dos nombres: Smil de Strílky y Jindrich Zelezny de Lipa.