Campaña electoral 2002, más aburrida que nunca
Pobres e insípidas. Así calificaban los expertos checos las campañas electorales previas a las parlamentarias de hace cuatro años. Hoy, faltando pocos días para la celebración de nuevos comicios esos mismos expertos dicen que, además de insípidas, este año las campañas carecen de contenido y son sumamente costosas.
Al parecer los partidos políticos no supieron aprovechar su tiempo y preparar mejor sus campañas, ya que, si destacan, no es precisamente por su originalidad. Las dos mayores formaciones políticas checas, el Partido Socialdemócrata y el Cívico Democrático, se encuentran prácticamente empatadas en intensiones de voto, ya que -según los analistas- las dos formaciones recurren a los mismos lemas electorales. Pero la ciudadanía checa parece estar más confundida que nunca ya que resulta difícil identificar a qué partido pertenece cada campaña.
En las parlamentarias de 1998 la falta de recursos obligó a que los partidos políticos recurriesen a métodos poco tradicionales para realizar sus campañas: los mítines públicos eran notoriamente más austeros, muchos recurrían al apoyo desinteresado de artistas para enriquecer sus programas electorales y los políticos aparecían en cuanto debate televisivo existía.Este año el presupuesto destinado a las campañas es casi siete veces mayor al de 1998, es decir, de 1 millón de euros se subió a los siete millones. Entonces hubiera parecido imposible que, por ejemplo, el líder del Partido Cívico Democrático, Václav Klaus, repartiera gratis un libro escrito por él y en el que explica por qué quiere ser el próximo primer ministro o que la gubernamental Socialdemocracia celebrase una gigantesca fiesta llena de estrellas de la farándula. Hoy eso es posible.
Los checos irán a las urnas los días 14 y 15 de junio en lo que serán los primeros comicios de este año, ya que en octubre se elegirán senadores y un mes más tarde, en noviembre, se llevarán a cabo elecciones municipales.