Cada semana surge una minicervecería en Chequia

Foto ilustrativa: Alexis Rosenzweig

La República Checa sigue viviendo un boom de minicervecerías. Casi cada semana surge una firma pequeña que ofrece cervezas originales y diferentes a las fábricas de producción a gran escala.

Foto: Pivní mozaika
A la categoría de minicervecería pertenece la empresa cuya producción no supere los 10.000 hectolitros anuales. Dichas firmas tienen la ventaja de contar con una tasa de impuestos reducida, o sea que pagan solo la mitad de la carga al consumo. Muchos restaurantes lo aprovechan para cocer su propia cerveza y venderla directamente a sus clientes.

En los últimos años, la República Checa se ha convertido en una superpotencia de minicervecerías, indica Tomáš Slabý, de la empresa Pivní mozaika (Mosaico de Cerveza).

Tomáš Slabý,  foto: Pivní mozaika
“En la República Checa hay hoy día unas 330 minicervecerías, lo que es el mayor número per cápita en todo el mundo. El volumen de su producción representa el 3% de toda la venta nacional de cerveza, así que estas empresas no ponen en peligro a las marcas grandes. Pero de continuo están aumentando su porcentaje de la producción total. Es posible que el próximo año cuenten con un 4%”, dijo.

La popularidad de las minicervecerías está creciendo en la República Checa. Es que su oferta es mucho más flexible y capaz de satisfacer la creciente demanda del cliente checo sediento de probar algo nuevo y original, subraya Václav Potěšil, de la Asociación Checo-Morava de Minicervecerías

“La creciente popularidad de las minicervecerías se debe a varios motivos. Sobre todo es la uniformidad de la cerveza de las empresas grandes. Aunque esto ha mejorado en comparación con la situación de hace cinco años atrás. Pero las firmas pequeñas tienen una amplia oferta de bebidas que no suelen venderse en el mercado, sobre todo, de las cervezas de fermentación alta tipo Ale o Stout”, mencionó.

Tomáš Slabý agrega que el boom de las minicervecerías se debe en gran parte también al hecho de que el consumidor checo se ha vuelto más liberal.

Foto ilustrativa: Alexis Rosenzweig
“En el siglo XX, Checoslovaquia era el único país donde se cocía solo el lager tipo Pilsner. El conservatismo arraigó en los checos de manera que nos oponíamos tenazmente a probar otros tipos de cerveza. Pero ya está llegando al mercado local por ejemplo la cerveza de trigo, una bebida veraniega idónea, que no es tan amarga, o las cervezas tipo Ale, que los aficionados suelen buscar principalmente en las minicervecerías”, recalcó.

El surgimiento de nuevas minicervecerías continúa a un compás desenfrenado en la República Checa. Si sigue así, dentro de unos años emulará el estado de la época de entreguerras, cuando en el país había un millar de pequeños fabricantes de cerveza.

Autor: Roman Casado
palabra clave:
audio