Bebidas alcohólicas y no alcohólicas preferidas por los checos

¿Qué bebidas alcohólicas y no alcohólicas prefieren los checos y en qué medida las consumen? De respondernos se encargan las estadísticas.

La República Checa figura entre los países de mayor consumo de alcohol. Concretamente, Chequia ocupa el sexto lugar en lo que a consumo de alcohol puro se refiere con 10,2 litros per cápita anuales, tras Luxemburgo, Portugal, Francia, Irlanda y Alemania.

Los resultados de un sondeo médico sobre consumo de alcohol realizado en 26 países europeos reflejan que el 20 por ciento de los ciudadanos checos menores de 16 años se emborracha más de tres veces al mes, que más del 25 por ciento de los hombres y el 10 por ciento de las mujeres de este país beben más de la cuenta, y que el checo medio consume más bebidas alcohólicas que no alcohólicas, específicamente 185,3 litros de bebidas alcohólicas y 158 litros de bebidas no alcohólicas al año.

Pero vayamos por partes. Los últimos estudios europeos sobre alcoholismo y consumo de bebidas alcohólicas indican que la República Checa es la campeona mundial en consumo de cerveza con 161,1 litros per cápita anuales. Y no es de extrañar si tomamos en consideración un refrán checo que dice: "la cerveza es nuestro pan". Lo que ocurre es que con la ingestión de ese "pan líquido" cada vez son más numerosos últimamente los estudiantes de enseñanza básica -de noveno, octavo y hasta séptimo grado- que ya tienen experiencias en el haber con la ingestión de alcohol.

Curioso es el hecho de que -según el Instituto de Estadísticas Checo- durante el fin de semana los checos suelan beber sus cervezas del sábado en tabernas, mientras que el domingo prefieran consumirla en casa. Como si la cerveza marcara su estilo de vida.

Según los estudios -y mis propias experiencias- el ciudadano medio de la República Checa no es proclive al vino, aunque hay marcadas diferencias entre las regiones: los bohemios prefieren la cerveza y los moravos, el vino. En términos nacionales, las estadísticas nos hablan de un consumo de 16 litros de vino per cápita anuales, y de una mayor inclinación por el tinto que por el blanco, aunque opino que tienen mejor vino blanco que tinto.

En lo que a bebidas espiritosas se refiere, los checos consumen 8,2 litros per cápita anuales. Y aquí cabe aclarar que suelen preferir el licor de plantas medicinales de producción nacional denominado Becherovka, al vodka, el ron y el whisky.

Los checos son menos dados a las bebidas no alcohólicas que a las alcohólicas, como ya he comentado. Según el Instituto de Estadísticas Checo, el consumo de refrescos -entre los que últimamente llevan la voz cantante la Coca Cola y la Pepsi- se ubica en 65 litros per cápita anuales, y el de agua mineral y soda en 35 y 18 litros, respectivamente.

Teniendo en cuenta lo dicho, ya no les extrañará el hecho de que en las tabernas y restaurantes de este país no se suela servir agua automáticamente a los comensales. Es que los checos no suelen beber agua en las comidas. Las personas de habla hispana que han estado de turistas en la República Checa ya saben que, por lo general, en los restaurantes se debe pedir el agua, que suelen servir la mineral, y, en la mayoría de los casos, con burbujas. ¡Como para pedirla sin burbujas en checo!... Ya decía yo que por algo aquello de "pedir el agua por señas"...

Autor: Mónica Villegas Gallego
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