Automóviles destruidos durante la guerra en Ucrania se exhiben en Praga

En el estadio de Strahov, en Praga, tiene lugar el Festival de la Memoria de la Nación. Además de ofrecer testimonios de la vida durante los regímenes totalitarios en Checoslovaquia, refleja los impactos de la guerra en Ucrania sobre los habitantes de ese país.

Proyecciones de documentales y largometrajes que narran sobre diversos capítulos de la historia checoslovaca, así como charlas con historiadores y con personas que fueron perseguidas durante el comunismo. Esto es lo que ofrece el programa del Festival de la Memoria de la Nación, que se efectúa en en el estadio de Strahov, en Praga.

Mikuláš Kroupa | Foto: Tomáš Vodňanský,  Český rozhlas

Los visitantes pueden ver una exhibición al aire libre de restos de automóviles destruidos durante los ataques de las tropas rusas contra ciudades de Ucrania, según dijo a la Radio Checa Mikuláš Kroupa, director de la organización Post Bellum y jefe del proyecto Memoria de la Nación.

“Son restos de coches traídos a la República Checa desde las afueras de Kiev, así como de Irpín, Bucha y Hostomel. Estos automóviles, o sea sus restos, son un testimonio mudo de la guerra, de los crímenes cometidos por los soldados rusos en Ucrania”.

En Strahov se exhiben los restos de cuatro automóviles, cada uno guarda la historia de una familia ucraniana que se vio afectada por la guerra, prosigue Kroupa.

Foto: Paměť národa

“La muestra es audiovisual. Si uno se acerca a los automóviles y aprieta  un botón, pone en funcionamiento una grabación con la historia de la familia que había sido dueña de ese coche”.

En una de las grabaciones un ucraniano cuenta que el coche lo había comprado con su familia hace un par de años. Lo tenían estacionado junto a su casa que tuvieron que abandonar para esconderse del bombardeo ruso. Y cuando regresaron, encontraron el coche quemado. Mikuláš Kroupa cuenta la historia de otro de los coches destruidos.

“Nos encontramos ahora junto a otro automóvil. Bueno, este ya no es un coche, sino una ruina quemada y con agujeros de balas. Antes era un auto moderno, monovolumen, cuyo dueño era un instructor de natación de Irpín con una gran familia y una casa en esa ciudad. La compra de ese vehículo se llevó todos sus ahorros”.

Con el inicio de los ataques rusos, el hombre y su familia se escondieron en el sótano de su casa. Pero, como cuenta, sobre la ciudad cayeron varias bombas, y todo cambió. Desapareció su casa, y con ello todo lo que tenía, documentos personales, ropa, muebles, y también el automóvil. Por suerte, los miembros de su familia sobrevivieron con heridas leves. El único que sucumbió al bombardeo fue el perro de esa familia, Kobi. Luego encontraron otro coche, se subieron a él y con las manos en alto, menos el conductor, abandonaron la ciudad, pasando lentamente junto a los soldados rusos que vieron por el camino.

Como contó más tarde el instructor de natación, se salvaron de milagro, porque centenares de personas, familias enteras de su vecindad, terminaron fusiladas sin piedad por los soldados rusos.

Los dueños de los automóviles expuestos en el Festival de la Memoria de la Nación lograron salvar sus vidas y las de sus familias, aunque perdieron todos sus bienes.

En el festival de Strahov, en Praga, que se prolongará hasta el sábado, se homenajea también a los héroes de la operación Anthropoid, organizada por el Gobierno checo en el exilio en Londres entre diciembre de 1941 y junio de 1942, cuyo objetivo fue eliminar al protector nazi de Bohemia y Moravia, Reinhard Heydrich. En el festival se conmemora asimismo el 160 aniversario de fundación de la organización socio-deportiva nacional Sokol.

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