Alumnos de enseñanza media fabricarán en la escuela su propia cerveza

La mini fábrica de cerveza en la escuela de educación media de la ciudad de Ústí nad Labem, foto: ČTK

Incentivar en los estudiantes un mayor interés por el estudio de la química y otras ciencias naturales. Ese fue el impulso que motivó a la dirección de una escuela de educación media de la ciudad de Ústí nad Labem, en Bohemia Noroccidental, a instalar en ese centro escolar una mini fábrica de cerveza e invitar a los alumnos a que intenten elaborarla.

Jan Rottenborn,  foto: ČTK
Fabricar cerveza en una escuela de enseñanza media. Para la mayoría de las personas esa idea puede resultar absurda al comienzo y hasta inaceptable. Sin embargo, Jan Rotenborn, vicedirector del Liceo y Escuela Media Especializada Václav Šmejkal, de la ciudad de Ústí nad Labem, explica que la cerveza que se producirá en el centro será exclusivamente sin alcohol, y que este proyecto es una forma de enriquecer las clases de química.

”La idea es que nuestros alumnos hagan solos todo el trabajo de fabricación de la cerveza, claro está, bajo la supervisión de un profesor y un especialista en la materia. Nosotros les proporcionaremos la necesaria materia prima como malta, levadura, lúpulo y agua, así como la receta y lo demás dependerá de los propios estudiantes”.

La mini fábrica de cerveza,  foto: ČTK
La mini fábrica de cerveza fue instalada en el sótano de la escuela y su capacidad de producción es de 200 litros de cerveza. El proyecto supone que toda la bebida que elaboren los estudiantes será consumida en el mismo centro escolar. Además de seguir las indicaciones de una receta original para la fabricación de la cerveza sin alcohol, facilitada por un maestro cervecero profesional, los estudiantes podrán experimentar, sostiene Jan Rotenborn.

”Queremos que los estudiantes traten de inventar algo nuevo. Cada maestro cervecero tiene su propia receta, trata de que su cerveza se distinga de las demás variedades, que tenga un alma propia. Lo mismo queremos de nuestros estudiantes. Y a lo mejor realmente llegan a inventar un nuevo tipo de cerveza”.

La mini fábrica de cerveza,  foto: ČTK
Además de experimentar, los alumnos deberán analizar posteriormente en las clases de química la calidad de su cerveza desde un punto de vista profesional. Jan Rotenborn recalcó que el proyecto fue recibido con gran entusiasmo por los estudiantes y que espera que alguno de ellos decida seguir estudiando química u otras ciencias naturales en la universidad.

La fabricación e instalación de la mini cervecería en la escuela Václav Šmejkal de Ústí nad Labem llevó dos años y costó más de 54.000 euros. El centro educativo logró reunir los necesarios recursos gracias a diversas subvenciones. Los estudiantes podrían tener lista así su primera cerveza sin alcohol antes de finales de este año.