A Tomás Enge se le abre el camino de la Fórmula 1
El piloto checo, Tomás Enge, derribó todos los obstáculos que le impedían debutar en la Fórmula 1. Enge, que cumple este martes 25 años de edad, remplazará el domingo en el Gran Premio de Italia al corredor brasileño Luciano Burti, que aún no ha logrado recuperarse de las fuertes lesiones sufridas la semana pasada en un accidente durante el Gran Premio de Bélgica. Por el momento Enge ha preferido no entregar detalles acerca de este histórico momento para el automovilismo nacional: recordemos que se trata del primer piloto checo que compite en un Gran Premio de la Formula 1.
"No estoy autorizado a hablar. Todo tipo de información será entregada pronto por la escudería," sostuvo Antonin Charouz, mánager del piloto checo. John Walton, director deportivo de la escudería Prost, había ya anunciado la semana pasada que de no recuperarse pronto el piloto brasileño, el favorito para ocupar su puesto sería Tomás Enge, descartando que fuera reemplazado por el italiano Luca Badoer. Este viernes, Enge obtuvo la llamada "superlicencia" que otorga la Federación Internacional de Automovilismo, requisito para todos los pilotos de la Fórmula 1.
El bajo nivel mostrado por la selección checa de fútbol en sus dos últimos encuentros de la fase previa del Mundial, a disputarse en el 2002, ha despertado fuertes críticas de parte de técnicos, directivos e hinchas del país.
Jozef Chovanec, entrenador de la selección nacional, atribuye la derrota en Islandia por 1:3 y la paupérrima victoria sobre Malta por 3:2, a un exceso de faltas individuales, a la pérdida prematura de concentración y en especial al bajo nivel de lucha de sus jugadores. "Si queremos un puesto en el Mundial debemos pelearlo de otra forma," anunció Chovanec, molesto principalmente por la baja actuación de la defensa en ambos estos partidos: en los dos últimos encuentros el equipo checo recibió un total de cinco goles, a pesar de haberse enfrentado ante dos de los más débiles equipos del grupo. Si los checos derrotan en su último compromiso a Bulgaria, el 6 de octubre, podrán aspirar al menos a una segunda plaza en el grupo 3, lo que les obligaría a disputar su pase al Mundial en el repechaje. En caso de que los checos ganen y Dinamarca, que encabeza grupo, caiga ante Islandia en Copenhague, la República Checa clasificaría automáticamente como líder de su grupo y los daneses jugarían el repechaje. Sin embargo, una derrota frente a Bulgaria dejaría a los checos al borde de la eliminación.