A caballo entre Praga y Madrid
En el programa de hoy conversaremos con la española Gema Cubo Cabrera, de Madrid, que nos relata sus motivaciones y expectativas tras pocos días de haberse radicado en Praga. La española, que cursa su cuarto año de periodismo, nos acompañará durante el verano en las emisiones de Radio Praga.
"Bueno, yo he venido por motivos personales, tengo a mi novio en Praga. Aparte de ello he buscado unas prácticas de periodismo en este país, lo que es una buena forma de experimentar en un medio extranjero. Como tengo experiencia con medios en mi país de origen, pues ahora hay que ver cómo se desarrolla este trabajo aquí, en qué consiste.
Vas a trabajar con nosotros, en Radio Praga... ¿podrías comentarnos un poquito cómo surgió esta posibilidad?
"Una amiga del trabajo de mi novio le comentó que otra amiga suya había trabajado anteriormente en Radio Praga y a partir de ahí me puse en contacto con vuestro redactor en jefe, Freddy Valverde, y a partir de hoy, que he comenzado a trabajar, pretendo trabajar mucho, eso es lo que quiero. Además, deseo aprender mucho y ganar experiencia en este terreno, será una experiencia única".
Además de la experiencia que te aportará el trabajo en esta emisora, ¿crees que podrás aprender algo nuevo en este país?
"No cabe duda que cualquier país nuevo aporta una experiencia diferente. Yo creo que la República Checa representa una cultura bastante opuesta a la española en general. No sólo en el idioma se ve la diferencia, que marca una barrera en algunos aspectos, sino en el modo general de vida: la comida, etc. Pero es cierto que una vez que lleva uno aquí algún tiempo se comienza a adaptar. Yo cuando he venido por temporadas cortas... semanas, días, me ha costado mucho asumir el cambio. Todo es distinto hasta el momento en que te instalas y descubres que también hay gente agradable".
¿Qué me puedes decir del carácter de los checos?
"Yo pienso que son diferentes, tomando en cuenta que la cultura española y latinoamericana te forman un carácter distinto...tu lo debes saber muy bien. La impresión que me da al principio es que son un poco desconfiados, quizá motivados un poco por su cultura y por la historia. Pero esperemos que a partir de ahora, después de su incorporación a la Unión Europea, la gente se abra un poquito más... yo creo que si, que así será".
Antes de instalarte en la República Checa viajabas mucho por períodos cortos, un día estabas allá, otro día acá, al día siguiente te ibas de regreso...
"... pues si, resultaba bastante estresante. Fueron seis meses en que hacía maletas cada dos por tres, cada quince días estaba viajando a Praga, pero bueno, cuando tienes un motivo que te llama, se hace con gusto. Lo que hacía con mis clases, porque estoy cursando cuarto de periodismo, me hacía mis pequeños puentes de cuatro días, juntando los fines de semana con lunes y viernes. Después regresaba a recuperar apuntes, ya sabes... la odisea de los estudiantes".
Pero seguro lo hacías con gusto, ¿no es así?
"La verdad es que compensa bastante (el sacrificio) y eso a pesar del miedo que me da el avión. He de confesar cada vez me da más miedo".
Osea, vivías prácticamente arriba de un avión y en losa aeropuertos.
"Si, si... a caballo entre Praga y Madrid. Ya me estoy haciendo una mujer de mundo (risas).
Ni de aquí ni de allá. Te has convertido en una española de Praga o quizá podríamos decir, una checa de España.
"Yo creo que tengo algo de checa. De hecho mucha gente me pregunta si soy de acá. Quizá les parece que tengo aspecto de checa, pero de checa no tengo nada. Soy una españolita... bueno, española".