Vítkovo Kvarteto: “El rock retumbante, nada más fácil, no es arte”
¿Para qué componer canciones nuevas, si todos quieren las viejas? Con esas palabras suele contestar el grupo Vítkovo kvarteto si le preguntan por qué no renueva su repertorio, que data de principios de los años 80. A partir de allí la banda sigue ofreciendo en los conciertos solo sus éxitos añejos. A pesar de grabar sólo un disco de estudio y lanzar dos recopilaciones en directo de sus piezas, el Cuarteto de Vito se convirtió en una de las bandas sobresalientes del rock checo.
El repertorio exitoso no hay que cambiarlo
‘El Demonio de Praga’ (Pražskej démon) encabeza la lista de los éxitos de Vítkovo kvarteto, o sea el Cuarteto de Vito.La banda tiene en su repertorio apenas unas treinta canciones. Pero la combinación de fuertes melodías y letras divertidas convierten prácticamente todas sus piezas en éxito.
Al grabar tan pocas canciones, el grupo evitó editar piezas de relleno para cubrir la demanda del sello discográfico.
La mayoría de sus canciones surgió a principios de los años 80, poco después de la fundación de la banda. “Entonces nos reunimos dos veces a ensayar y a partir de ahí sabemos tocar las canciones”, mencionó entre risas el líder de la banda, Jiří Růžek.
En vista de medios tan escasos, el repertorio de los conciertos es casi idéntico. Pero si les preguntan a los músicos si no les molesta tocar siempre lo mismo, afirman que en ningún caso, que se han acostumbrado.“¿Para qué hacer cambios? La música surte efecto, la gente se entusiasma con las canciones conocidas, así que todo funciona bien”, dicen.
No es Verdi, ni Stradivari
Ni Paganini, solo un tal rock
Por el barrio de mala fama de Malešice divaga
No respeta mi jardín
Es él
El demonio de Praga
Los fans esperan escándalos: el escenario hecho trozos y el hotel en llamas
Según recuerdan los integrantes de la banda, su última canción surgió en el año 1983. A partir de ahí, solo han tocado variaciones a los temas viejos.
La banda no se preocupaba mucho por refrescar el repertorio respetando el lema de “no es importante el resultado, sino el movimiento”.“Así que tocamos lo que la gente esperaba escuchar de nosotros”, explicó el cantante Jiří Růžek el motivo por qué la banda renunció a la ambición de crear canciones nuevas.
“La gente esperaba de nosotros, sobre todo, escándalos. El escenario hecho trozos. El hotel en llamas y yo con por lo menos dos botellas de ron arriba en el concierto. Creo que eso se le dábamos a manos llenas”, señaló sonriendo el cantante.
Mis primeros toques fueron los acordes de mi papá
Un par de años más tarde adquirí amplificadores y cables
Luego un cero en canto en la escuela por reseñas aburridas
Pero en la central eléctrica ya están registrando grandes pérdidas
La fuerza de tocar en directo
“El rock retumbante, nada más fácil, no es arte”. Ese era el lema de la banda que se convirtió en el estribillo de otro de los grandes éxitos de Vítkovo kvarteto.
La fuerza de la banda siempre consistía en tocar en directo. Sus conciertos superaban las fronteras del mundo musical y se parecían más a un happening.
Los integrantes de la banda lucían vestidos alocados, gorros de lana o de baño, pelucas, casco de motos, bombachos y chaquetas antiguas. Los conciertos eran sobre todo un espectáculo y una diversión desenfrenada, acompañados de una buena ración de un rock contundente.Ir a un concierto de Vítkovo kvarteto es como volver a ver por enésima vez una de sus películas preferidas. La banda repite siempre el mismo guion. Jamás falta un solo de batería con un casco de moto, interpretado por Ben Vítek, que de hecho dio nombre al Cuarteto de Vito.
El batería lo encontró en el desván de la casa de un amigo. Instaló en el casco sensores de sonido y desde entonces en los conciertos se lo pone en la cabeza utilizándolo como un tambor durante la canción ‘Bróña s Máñou’. Bróña es una antigua marca de una gaseosa checa y Máña es la camarera que la sirve.
Los veteranos de la guerra fría
Vítkovo kvarteto destacó por sus canciones tocadas en directo que recopiló en 1995 en el disco titulado ‘Live’ y, en 2008, en un ‘Best Of’.
Su único disco de estudio lo lanzó en 1998 bajo el título de ‘Veteranos de la Guerra Fría’ (Veteráni studené války).
El álbum crea una atmósfera diferente a la de los conciertos. El trabajo incluye temas más reflexivos y melancólicos, que sin embargo, generalmente, no carecen de fuertes estribillos estruendosos, como la mayoría de las canciones de Vítkovo kvarteto.
El tiempo dejó dormir el maquillaje pesado y venenoso
El operador no puede llevar a los niños a la cabina
Las estatuas están de pie con un puño orgulloso
En forma de estrella, de cara a la pared
Desaparecen en la oscuridad las huellas de los años
Vítkovo kvarteto dejó de tocar en 2013, cuando se vio obligado a tomarse una pausa por la enfermedad de uno de los integrantes de la banda.