Večerníček, el personaje de dibujos animados checo, cumple 50 años
El personaje de dibujos animados Večerníček cumplió este 1 de enero 50 años, al aparecer por primera vez en televisión el día de año nuevo de 1965. Večerníček, un niño con un sombrero de papel, tiene como cometido presentar un corto capítulo de animación para niños por la noche antes de la hora de dormir.
La idea era crear un personaje que presentara el programa de dibujos animados que la Televisión Checa emitía a las siete menos cinco de la tarde, y que antes de Večerníček llevaba el nombre de ‘Espejito de Plata’ (‘Stříbrné zrcátko’). El niño del sombrero, que mientras sonaba la sintonía arrojaba hojas de papel a diestro y siniestro, se convirtió rápidamente en un icono infantil que perdura hasta la actualidad.
Esta repercusión acompaña también a las miniseries que presentaba, con capítulos de cinco minutos, todas de producción propia, cuyos personajes empezaron a ser conocidos también con el nombre de večerníčky. El Maxiperro Fik, los niños Mach y Šebestová, el topo Krteček, los conejos Bob y Bobek, o los duendes Přemílek y Mochomůrka, son algunas de las criaturas animadas que protagonizaron, y siguen protagonizando tras varias décadas mediante reposiciones, las veladas de los niños checos antes del informativo de las siete y, en teoría, antes de ir a la cama.No todos los večerníčky son sin embargo dibujos animados. Los populares Pat y Mat y los más recientes Ratas (Krysáci) son muñecos animados mediante stop-motion. También ha habido, sobre todo en los primeros años, miniseries protagonizadas por personajes reales, como la dedicada al gigante de los bosques Krakonoš.
La actual redactora jefe de Radio Junior, Zora Jandová, en su momento parte del equipo creativo del algunos večerníčky, recuerda la sensación que causaban en los años 60 estos capítulos de animación.
“Los primeros večerníčky yo los veía en casa de unos vecinos, porque en casa no teníamos televisión. Luego ya nos pudimos comprar una, que era más grande que la pantalla, parecía una cosa antediluviana”.
De hecho la popularidad de Večerníček y las series de dibujos que le seguían creció de forma paralela a la extensión de televisores por Checoslovaquia. Cuatro años después de la primera emisión el número de aparatos ya llegaba al millón, y los večerníček entraban ya en la mayoría de los hogares. Al mismo tiempo empezaron a ocupar más espacio en la programación, pasando de una vez a la semana en sus primeros años a tener una frecuencia diaria en 1973.Una sintonía demasiado compleja para pasar desapercibida
Igual de icónica que el niño del sombrero de papel resultó ser la melodía que lo acompañaba, y que también se sigue utilizando hasta hoy en día. Fue obra del compositor y director de orquesta Ladislav Simon, posiblemente uno de los autores más interpretados de la historia de la televisión checoslovaca. Su hijo, el pianista Jan Simon, explica las claves del éxito de la sintonía.
“La idea musical es tan típica, pero al mismo tiempo tiene en sí algo irrepetible. Si le piden a alguien que la cante o que la reproduzca en un instrumento musical, se encontrará con una tarea muy difícil. De hecho aparenta ser prácticamente imposible de recordar. Quizás su complicación es tan sintomática que cuando el niño está en la habitación de al lado y no ve la televisión, pero oye la melodía, esta es tan peculiar que atrae al niño a la pantalla”.La fama de Večerníček y sus amigos no se reduce únicamente a la República Checa y Eslovaquia. Varias de estas series de animación han sido emitidas también en varios países europeos, así como en Australia, Malasia y China, convirtiendo el programa en el más exportado de la Televisión Checa.