Universidad checa desarrolla aparato que sigue los movimientos de los espermatozoides
La necesidad ha llevado a científicos del sur de Chequia a desarrollar un aparato que les permite seguir mejor el movimiento en el microscopio de microorganismos rápidos, como por ejemplo los espermatozoides. El aparato ha levantado interés en el extranjero, aseguran sus inventores.
En realidad, no era ese uno de sus objetivos, sino una necesidad que surgió al dejar de funcionar uno de los aparatos que les facilitaban tal tarea, explica Otomar Linhart, decano de dicho centro.
“Empezamos a tener problemas reales para dotar al laboratorio del equipamiento que necesitábamos para poder observar los organismos que hasta entonces habíamos estado observando. Teníamos un estroboscopio especial, pero ya no funciona. Lo fabrica, o más bien lo fabricaba, una empresa norteamericana. Se utiliza también para ver por ejemplo el movimiento del rotor de un helicóptero. Pensamos con un técnico si no sería posible desarrollar nosotros mismos algo que reemplazara a esa herramienta tan importante para nuestras observaciones”.
El estroboscopio es un aparato cuyo concepto data de la primera mitad del siglo XIX y que permite visualizar un objeto que está girando a gran velocidad como si estuviera inmóvil o girando muy lentamente gracias a una luz que se enciende y se apaga rápidamente. Es curiosamente el mismo principio que utilizan por ejemplo las luces de discotecas o clubes nocturnos para crear el efecto visual de movimientos rápidos.Pero las necesidades de los científicos de Vodňany eran específicas para el campo de la microbiología. El aparato que han desarrollado es como una cajita con lámparas led, parecidas a las que utilizan las bicicletas.
Uno de los científicos de la Facultad de Pesca y Conservación del Agua de Vodňany, Marek Rodina, explica las ventajas del dispositivo, mientras observa el esperma de un pez.“Podemos ver la sinusoide que traza el flagelo del espermatozoide en su movimiento. Pero si dejo el microscopio con su luz clásica, podemos ver las cabecitas pero no los flagelos, o solo los vemos como una línea difuminada”.
Pero el invento no solo facilita la observación del esperma, continúa Marek Rodina.
“Se puede utilizar para observar cualquier microorganismo que se mueva rápidamente y que tenga esta estructura determinada, con un flagelo. En nuestro caso, por ejemplo los organismos del plancton u otros, que se mueven gracias al movimiento de un flagelo. El movimiento del flagelo tiene una frecuencia relativamente alta, por lo que el ojo no puede verlo con una la luz clásica”.
El decano de la Facultad, Otomar Linhart está muy orgulloso del aparato que han desarrollado en el centro.“Tenemos ya un producto elaborado por nosotros mismos que ofrecemos por todo el mundo y que está despertando un gran interés”.
Además, asegura Linhart, le han puesto un buen precio, con lo que esperan que realmente el aparato tenga bastante recorrido internacional.