Un trabajo sobre el médico renacentista Juan Valverde de Amusco gana el Premio Iberoamericano
La estudiante Klára Kleñhová logró alzarse con el Premio Iberoamericano en la República Checa, que celebra ya su XIX edición, eligiendo siempre el mejor trabajo académico hecho sobre los países de la Península Ibérica, América Latina y el Caribe. Su trabajo, en el que nos adentramos en este programa, profundiza sobre la figura del médico Juan Valverde de Amusco, cuyo legado sobre anatomía fue de los más importantes del Renacimiento.
Tras recibir el galardón en la gala que tuvo lugar en la Sala de los Patriotas de la Universidad Carolina en Praga, Klára Kleñhová estaba exultante.
“Ha sido muy sorprendente. El resultado me ha dejado sin palabras, claro. Había una esperanza, porque me esforcé mucho en mi trabajo, sobre todo al final de la carrera, cuando estudiaba mucho más para escribir este trabajo. Ahora hace dos meses que terminé la traducción para el premio y puedo decir que estoy contentísima con lo que he hecho”.
Aunque actualmente Kleñhová estudia en Hradec Králové, su ensayo ganador, “Juan Valverde de Amusco en el contexto de la filosofía y la medicina renacentista”, era su trabajo de final de carrera de Humanidades, que estudió en la Universidad de Pilsen.Kleñhová cuenta cómo llegó a dedicar su investigación a esta personalidad de la medicina europea, tan importante como desconocida para la mayor parte de los mortales.
“Antes estudiaba Humanidades, así que me gustaba la filosofía, la historia, la cultura, la ciencia… Con mi tutora Jana Černá hablamos sobre las posibilidades para la investigación para mi trabajo de fin de carrera y como había estado de erasmus en Granada tuve que escoger algún tema relacionado con España. Siempre había querido investigar la crítica a las autoridades en la antigüedad, me parecía muy interesante y además no había ninguna obra completa sobre este autor. En el Renacimiento había una gran conexión entre la filosofía y las ciencias naturales. Mi trabajo está dedicado a un autor español, el médico Juan Valverde de Amusco, que trabajó y estudió toda su vida en Italia pero su obra la escribió en español”.
Juan Valverde de Amusco, nacido en 1525, se graduó en Humanidades en Valladolid, pero pronto se fue a Italia, buscando un lugar donde la investigación científica no estuviera tan controlada por la Iglesia que, por ejemplo, imponía grandes limitaciones a las disecciones anatómicas.La aportación de Juan Valverde de Amusco fue también filológica, más allá de lo médico, cuenta Kleñhová.
“Escribió su obra en español porque antes de él había una obra muy importante de Vesalio dedicada al mismo tema, la ‘Fábrica del Cuerpo Humano’. Estaba escrita en un latín muy oscuro, entonces Valverde decidió escribirla en español de forma más breve y más clara con la que además enriqueció la lengua española con los términos médicos”.
Pero la obra también contenía nuevos descubrimientos hechos por Valverde, en la línea de investigación que había trazado su maestro Realdo Colombo, explica Klára Kleñhová.
“Busqué la influencia de Aristóteles, de Platón y de Galeno. Intenté averiguar si a partir de ellas, la obra tenía algunas novedades, y sí que las tenía, por ejemplo con la circulación sanguínea era crítico con la obra de Andreas Vesalio”.
Según Kleñhová, estos descubrimientos eran similares a los que había hecho Miguel Servet en España, pero por la persecución que sufría este último, no se sabía nada de ellos en Italia.Entre los múltiples aspectos de la época, médicos o no, que descubre el trabajo de Kleñhová, se encuentran algunos que incluso recuerdan la realidad de la ciencia en la España de hoy día, prosigue la premiada.
“Analicé la obra, que está escrita en español antiguo del siglo XVI. La leí e intenté interpretar varias cosas de medicina y buscar los aspectos filosóficos, así como la crítica que hizo Valverde sobre la medicina española. La crítica a la ciencia española es también parte del trabajo. Según algunos, durante los Habsburgo, en el reinado de Felipe II, la ciencia no se desarrollaba bien durante el catolicismo. No había influencia de Italia, por ejemplo, ni innovación”.
Mientras unos decían que el camino de la ciencia española era particular, el propio, y que estaba bien a fin de cuentas, para Valverde la ciencia española estaba estancada y criticaba que los principios seguidos por la medicina eran aún los de Galeno.
En cuanto a la relación entre la medicina y la filosofía que anunciaba el propio título del trabajo, esta parte se refiere a la relación más bien con Dios en la época, explica Klára Kleñhová.“Menciona mucho la providencia divina. Que fue Dios quien creó el cuerpo humano tan genial, que todo en él tiene sentido, cada parte. Es algo propio del Renacimiento estimar la perfección de lo hecho por Dios”.
El Premio Iberoamericano en la República Checa, establecido en 1994, es uno de los más preciados por los alumnos checos de cualquier especialidad humanística que tenga que ver con la Península Ibérica, Caribe o Latinoamérica. El primer premio está dotado con 1.000 dólares, y el segundo y el tercero también están remunerados económicamente. En realidad cualquiera de los 16 nominados pueden estar orgullosos ya que el nivel no hace sino mejorar año tras año en un premio, que aparte del auspicio de las embajadas iberoamericanas en la República Checa, es respaldado por el rector de la Universidad Carolina, Václav Hampl.