Un nuevo avión checo tratará de conquistar el mercado mundial
La compañía checa Aero Vodochody Aerospace ha presentado en la feria de Farnborough su nuevo avión de prácticas L-39NG, una versión renovada del L-39 Albatros, y que esta vez es de tecnología enteramente checa. Por su precio y características, los checos planean imponerlo en el mercado mundial.
El vehículo, cuya primera unidad saldrá de fábrica en 2017, constituye un hito importante no únicamente para esta compañía, sino en general para toda la industria checa, que disfrutará de cuantiosos pedidos durante varias décadas, según subraya el vicepresidente de Aero Vodochody, Jan Štechr.
“El L-39 original estaba construido sobre todo con componentes rusos. Estos serán eliminados y sustituidos por piezas fabricadas en Chequia, porque queremos apoyar a los suministradores checos”.
El nuevo modelo tiene como ventaja competitiva su bajo precio, que según la Televisión Checa rondará los diez millones de dólares, y su bajo coste de mantenimiento. Respecto a su predecesor será más ligero, más potente, alcanzará mayor velocidad y gozará de mayor autonomía de vuelo.Además, se trata de un vehículo versátil que además de para entrenar pilotos de combate se puede usar sin problemas para propósitos civiles o incluso recreativos.
Aero Vodochody Aerospace ha sido recientemente tema en los medios de comunicación por su negocio millonario con la empresa estadounidense Draken International, a la que venderá 28 unidades de su avión de prácticas militares L-159, fabricadas por la compañía pero actualmente en propiedad del Ejército Checo. Draken a su vez se los alquilará al ejército de Estados Unidos. Tras la pirueta comercial los checos se embolsarán unos 600.000 euros por aeronave, según calcula la Televisión Checa.