Un diplomático ruso compró munición ilegalmente en Chequia
La Radio Checa ha publicado en exclusiva una información que señala que en junio de este año la Policía descubrió a un diplomático ruso comprando munición de forma ilegal en Chequia.
La Policía checa preparó un operativo contra dos ciudadanos rusos que salían de un restaurante en una localidad cerca de Praga a finales de junio de este año. Uno de ellos fue esposado inmediatamente.
Según informó la Policía en su propia página web, se trataba de una detención por delitos fiscales. Pero una investigación de la Radio Checa, que se publica ahora en exclusiva, revela que se trataba de un diplomático ruso que había adquirido ilegalmente grandes cantidades de balas para rifles de francotirador.
Las actividades del diplomático fueron descubiertas gracias a la colaboración entre la Central Nacional contra el Crimen Organizado y la Inteligencia Militar. No obstante, el detenido tuvo que ser puesto en libertad tras ofrecer su documentación y pasar por algunos trámites, ya que contaba con inmunidad diplomática.
Cuestionado por estos hechos, el portavoz de la Central contra el Crimen Organizado, Jaroslav Ibehej, declaró que no podía hablar al respecto.
“Por ahora solo puedo decir que nuestra unidad no va a ofrecer más información sobre el tema”.
El diplomático implicado era un trabajador civil de la sección de Defensa de la Embajada Rusa en Praga. Pero de acuerdo con las fuentes de inteligencia consultadas por la Radio Checa, es probable que se trate de un miembro del Servicio de Inteligencia ruso que usaba esta posición como tapadera.
Las autoridades checas no saben para quién estaba destinada la munición, pero confirmaron que tras ser descubierto, el hombre desapareció del país y probablemente se encuentre ya en Rusia.
Una fuente diplomática consultada por la Radio Checa señaló que el incidente es grave, y que demuestra que agentes rusos operan sin miramientos en países miembros de la Unión Europea.
El jefe de la cartera de Relaciones Exteriores, Tomáš Petříček, no negó los hechos, pero recalcó que era asunto de la Policía seguir investigando los detalles de este suceso.
“No puedo decir nada más, es un asunto de la Policía. En mi opinión, tenemos que dejar que sigan trabajando”.
Algunos especialistas advierten de la facilidad con la que se llevan a cabo este tipo de actividades, y creen que Chequia debería seguir más de cerca los pasos de agentes extranjeros.
Jiří Šedivý, director de la cátedra de Estudios de Seguridad del Instituto CEVRO y antiguo general del Estado Mayor del Ejército, dijo para la Radio Checa que Rusia debería dar explicaciones y que el Gobierno checo no debería dejar pasar de largo este asunto. Añadió que si realmente se demuestra que el diplomático es agente del Servicio de Inteligencia ruso, la gravedad de todo esto sería mayor.
Los desencuentros entre Chequia y Rusia son ya algo habitual en los últimos años. Además de las actividades de agentes rusos en territorio checo, la memoria histórica se ha convertido en otro de los campos de batalla entre ambos países.
La República Checa quiere deshacerse de algunos de los símbolos relacionados con la época de dominio de la Unión Soviética, algo que Rusia intenta evitar y que ha provocado ya tensos cruces de declaraciones.
En su visita de esta semana al país, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, tuvo muy presente a Rusia en su discurso. El político estadounidense denunció las interferencias rusas en la política checa.