Teo, el argentino de Moravia
Hoy nos acompaña Teodoro Brhel, de Argentina. Según nos comenta, llegó a Praga a conocer a sus antepasados checos: su abuelo era de la región de Moravia y siempre le habló de su tierra natal. En este país lleva varios años y aunque desearía regresar algún día a su natal Argentina, se siente cómodo en la República Checa.
¿Cómo ha sido el período que has vivido en la República Checa? ¿Te ha sido difícil adaptarte a la vida aquí?
"Yo llevo casi seis años viviendo aquí. Mi abuelo era de origen moravo y siempre, desde pequeños, habíamos escuchado acerca de esa región del país, entonces para nosotros era todavía Checoslovaquia. Es más, mi abuelo era para mi checoslovaco, no checo... quizá él hablaba de ser moravo. Llegué a Praga viajando por Europa con la curiosidad de conocer la tierra donde había nacido mi abuelo aunque sin conocer a ninguno de mis parientes. Me quedé aquí seis meses trabajando con un amigo chileno y luego regresé a Argentina. Pero tras un año y medio volví nuevamente a la República Checa, básicamente por motivos personales".
¿Se puede decir que porque extrañabas la tierra de tus antepasados?
"En parte si, aunque no tanto. Praga tiene algo muy especial. Cuando uno vive aquí cuesta un poco aceptar algunas cosas, especialmente a su gente..."
¿Por qué?
"Me parecen un poco fríos los checos, quizá un poco desconfiados. Pero ello hasta que conoces bien a la gente, luego uno se hace de buenos amigos, puede poner la mano en el fuego por ellos sabiendo que no te van a defraudar. Esa es la parte positiva de los checos".
Según entiendo, no tenías mucha información acerca de cómo era este país. ¿Se hablaba de la República Checa en tu casa? ¿Se mantenían las costumbres, la comida, el idioma?
"Debo decir que mi abuelo proviene de un pueblito chico de Moravia y mi abuela era de Argentina, nuca mi padre hizo nada para aprender el idioma y por eso mi abuelo no le pudo transmitir mucho en cuanto a la cultura checa. El idioma es uno de los medios más importantes para transmitir cultura".¿Cuál fue la primera impresión al llegar a la tierra de tus antepasados?
"Ahora mismo estaba recordando que mi abuelo nos hacía lo que en checo se llaman "buchty", unos bollos dulces rellenos y nosotros no sabíamos cómo pronunciarlo. Le decíamos "busty". Eso por ejemplo me llamó la atención al llegar, además me llamó la atención el idioma, entre otras cosas. Pero hay que tomar en cuenta que llegué a Praga, y mi abuelo era de una región mucho más pequeña y la diferencia del estilo de vida en ambas partes es diferente. Además, como en todas partes la gente de los pueblos es más hospitalaria y Praga, como toda gran ciudad, es más ruidosa y hay más competencia entre las personas".