Škoda Auto prepara un plan de emergencia para afrontar la crisis

Mientras que la economía mundial empieza a recuperarse, la empresa automovilística Škoda Auto se prepara para afrontar su peor crisis. Su dirección planea para los próximos meses reducir considerablemente la producción y despedir a miles de empleados.

Hasta el presente, la empresa Škoda Auto no ha experimentado los impactos de la crisis económica mundial. Gracias a la introducción a principios del año de incentivos por desguace de automóviles en la vecina Alemania, su producción se mantenía estable y hasta ha registrado una leve mejora.

Hace pocos días, el Gobierno alemán decidió poner fin a este programa. La noticia despertó el pánico entre los empleados de Škoda Auto. La dirección de la empresa ha adelantado que se verá obligada a reducir en un 30 por ciento la producción y despedir a los trabajadores temporales antes de fin de año. De momento no se atreve a precisar más detalles, según afirma el portavoz de la compañía, Jaroslav Černý.

“Predecir ahora lo que va a pasar en los próximos meses sería como adivinar el futuro con una bola de cristal. La dirección de la empresa reaccionará flexiblemente a la situación en los mercados mundiales. Aunque adopte medidas anticrisis, éstas no afectarán a los empleados permanentes”, sostuvo Černý.

Škoda Fabia es el coche más vendido en la República Checa. Además, fue el número uno para los alemanes que aprovecharon los incentivos al desguace de automóviles. Škoda Auto produce actualmente hasta 1.200 de estos vehículos al día, cifra récord en la histora de la empresa. En los próximos meses, su número podría reducirse a 800, según los especialistas. En tal caso, la compañía se vería obligada a despedir a unos 2.500 trabajadores temporales.

Los jefes de Škoda Auto ponen todas sus esperanzas en los nuevos modelos. Hace poco, la compañía lanzó al mercado su primer todoterreno, el Škoda Yeti, que fue muy bien acogido tanto por los expertos como por el público. La próxima semana presentará en el Salón de Automóvil de Fráncfort una nueva limusina Superb, en versión Combi.

Una de las mayores seguridades para el futuro de la empresa es su producción en China. El año pasado, Škoda Auto fabricó y vendió unos 60.000 vehículos en este país asiático.