Serias discrepancias en el escenario político checo por el caso de magnate televisivo checo
Las investigaciones al magnate televisivo checo, Vladimír Zelezný, acusado de supuestas estafas que le permitieron apoderarse del canal de televisión que dirige, provocaron serias discrepancias en el escenario político checo. El oposicionista Partido Cívico Democrático llegó a afirmar que en la República Checa, gobernada por la Socialdemocracia, a los empresarios se los tilda de delincuentes y que en el país existe una especie de lucha contra el capitalismo.
El ministro del Interior checo, Stanislav Gross, rechazó las demandas del Partido Cívico Democrático checo que pide la destitución de los investigadores Vladimír Machala y Miroslav Antl, por supuestos fallos profesionales en la investigación llevada a cabo con respecto al director de la TV checa Nova, Vladimír Zelezný. Gross respaldó a ambos investigadores, afirmando que su procedimiento era legal y correcto.
El lunes pasado, el vice presidente del Partido Cívico Democrático, Ivan Langer, rechazó las afirmaciones de Machala y Antl de que enfrentaban diversas presiones políticas en relación con el caso del director de la TV Nova, Vladimír Zelezný. Ese mismo día, Zelezný se reunió en Praga con el líder del Partido Cívico Democrático, Václav Klaus, quien posteriormente emitió una declaración, subrayando la "necesidad de proteger la libre empresa".
Los empeños del Partido Cívico Democrático por "politizar" el caso del magnate televisivo Zelezný, son criticados por la gobernante Socialdemocracia, así como por la "Coalición de Los Cuatro", integrada por cuatro partidos opositores. Las formaciones de la oposición advierten que con su actitud el Partido Cívico Democrático ha puesto en peligro la independencia de los órganos de justicia checos, agregando que "...el Partido Cívico Democrático checo trata de situarse por encima de la ley, amenazando los cimientos del Estado democrático de derecho."