¿Se incorporarán los soldados checos a una operación contra Irak?
Los políticos checos tienen por delante una decisión clave. EE. UU. solicitó a la República Checa ayuda en caso de una operación militar contra Irak. Se trataría de reforzar la unidad antiquímica checa desplegada en Kuwait y de permitir a Washington sobrevolar el territorio aéreo checo y el traspaso de tropas estadounidenses por este país.
"Sin el consentimiento de ambas cámaras del Parlamento no se llevarán a cabo ningunas negociaciones. Al mismo tiempo quisiera subrayar que hasta el momento no ha sido emitida ninguna orden para activar al Ejército de la República Checa".
El Gobierno checo debería tomar su postura hacia el tema a principios de la próxima semana. Según apuntó el ministro de Defensa, Jaroslav Tvrdík, el gabinete se manifiesta dispuesto a aumentar el número de efectivos del contingente antiquímico checo en el Golfo en aproximadamente 100 soldados. La unidad contaría así con 350 miembros.
El Gobierno checo presentará seguidamente un proyecto concreto a los parlamentarios que lo debatirán probablemente dentro de una semana. Mientras que parece que el Senado apoyará la solicitud de EE. UU., la opinión de los diputados no es tan inequívoca. Sólo los representantes de la Unión de la Libertad y los comunistas se han manifestado ya claramente. Los unionistas a favor de la participación checa en una intervención en Irak y los comunistas en contra.
Un ataque armado contra Irak no tiene muchos partidarios tampoco entre la ciudadanía checa, y la idea de que en el conflicto militar luchen y mueran compatriotas suyos resulta impensable.