Se aplaza construcción de radar de EE.UU. en la República Checa
La construcción de la estación de radares de EE.UU. en la República Checa se pospone. Esta fue la noticia que recibió el ministro de RR.EE. checo, Karel Schwarzenberg, tras su entrevista con la Secretaria de Estado, Hillary Clinton, en Washington.
A diferencia del ex presidente George Bush, que había dado un ultimátum a Teherán, el nuevo mandatario estadounidense, Barack Obama, expresó su creencia de que es posible mantener “una relación de respeto mutuo y progreso" con Irán y que en los próximos meses se buscarán "aperturas" para un diálogo directo con Irán.
Consultado por la Televisión Checa, el ministro Schwarzenberg señaló que el proyecto se pospone por razones técnicas, pero que lo importante es que a Washington le sigue interesando el radar.
„Fue confirmado el interés de Estados Unidos por el radar, ellos continuarán su proyecto. A nosotros nos interesa que sea cuanto antes. Existen claro está algunas causas técnicas que postergan el plan inicial. En comparación con la Administración Bush la atmósfera del encuentro fue un poco más relajada”, matizó el canciller checo.
La Secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, valoró el apoyo de la República Checa en esta materia y admitió que fue "una decisión difícil" para su Gobierno.
La noticia llega como una ducha de agua fría para el primer ministro checo, Mirek Topolánek, ya que su Gabinete ha defendido a capa y espada la construcción de la estación de radares antimisiles. Se enfrentó a la oposición y a un amplio sector de la población, que se oponía a la presencia de militares estadounidenses en territorio checo.
La Secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, insistió en que la decisión final sobre el despliegue de un escudo antimisiles en el este y centro de Europa depende en parte de la voluntad de Irán para frenar sus ambiciones nucleares.
Clinton dejó claro que si Irán cambia su comportamiento con respecto a su política nuclear, EE.UU. estaría en condiciones de reconsiderar sus planes. "Pero estamos lejos, muy lejos de ver tal prueba de cambio en el comportamiento" de Irán, subrayó Hillary Clinton.