"Rinconete y Cortadillo" en la Praga de 1617
Las "Novelas Ejemplares" de Miguel de Cervantes fueron publicadas por primera vez en 1613. Cuatro años más tarde apareció en Augsburgo una traducción alemana de una de las más célebres novelas picarescas del Siglo de Oro, "Lazarrillo de Tormes".
Dicha traducción fue acompañada por la narración titulada "Historia verdadera de Isaac Winckelfelder a Jobst von der Schneid", cuya autoría se le atribuyó a un tal Nikolaus Ulenhart.
Sin embargo, esta historia, aparentemente alemana, era sólo una reinterpretación de la novela ejemplar cervantina "Rinconete y Cortadillo". La única modificación consistía en la sustitución del escenario sevillano por el praguense de la época del Rey checo y Emperador romanogermánico, Rodolfo II, quien falleció en 1612.
La historia de Ulenhart no comienza "en la venta del Molinillo, que está puesta en los fines de los famosos campos de Alcudia, como vamos de Castilla a la Andalucía...", según inicia la primera frase de su novela Miguel de Cervantes, sino en Praga frente a la Puerta de Strahov.
Allí se encuentran Isaac Winkelfelder, calvinista del Palatinado Alto, y Jobst von der Schneid, religioso anabaptista de origen moravo, quien se ganaba el pan en Viena y Estiria, de donde fue expulsado durante la Contrarreforma. Estos dos pícaros se hallan ahora en Praga para meditar sobre la vida y hacer un recorrido por los barrios históricos, el Castillo de Praga y las Ciudades Pequeña y Vieja.
La historia de los pícaros checo y alemán es casi igual que la que conocemos de la tercera novela de la antología cervantina mencionada. La única diferencia es la transposición ingeniosa de las aventuras de Pedro del Rincón y Diego Cortado desde la metrópoli andaluza de Sevilla a la Praga rodolfina.
Los galeones de presos en el Guadalquivir fueron sustituidos por una cárcel subterránea en el Ayuntamiento de la Ciudad Vieja de Praga, la plaza sevillana de San Salvador por la Plaza de la Ciudad Vieja, y otros lugares españoles, por checos.
Según se desprende de lo dicho, el texto alemán de la historia verdadera de los dos pícaros mencionados no puede ser considerada como una mera traducción del "Rinconete y Cortadillo" cervantino.
El texto de Nikolaus Ulenhart, cuya verdadera identidad se desconoce, contiene modificaciones que demuestran que el autor realmente conocía muy bien Praga, ciudad que por eso escogió como paralelo centroeuropeo de Sevilla. Se supone que el autor con el seudónimo de Nikolaus Ulenhart era un alto funcionario de la Corte Imperial de Rodolfo II.
De esta manera podemos explicar sus amplios conocimientos del medio ambiente de la Praga de su época, así como su conocimiento del idioma checo.
Ulenhart actualizó el argumento original de Cervantes, arremetiendo contra los calvinistas y los anabaptistas. De ello se desprende que probablemente fuera luterano o católico.
Todo parece indicar que no sentía muchas simpatías por los españoles, ya que les atribuyó el papel que desempeñan los aventureros napolitanos en la obra de Cervantes.
Otro hecho interesante es que al describir la libertad de Isaac Winkelfelder, el autor sostiene que se trata de una libertad semejante a la de los Estamentos Generales de los Países Bajos, libertad por la que tuvieron que pagar con su sangre y bienes. En otra parte menciona al líder flamenco Mauricio de Orange. Al parecer, semejantes menciones formaban parte de la jerga popular del Augsburgo y de la Praga de aquel entonces, lo que significa que el tema de las Provincias Holandesas en 1617 era muy conocido en esas regiones centroeuropeas.
Hasta mediados del siglo XIX, la historia praguense del pícaro checo y de su amigo alemán fue considerada como una obra original surgida en territorio alemán.
Algunos expertos la consideraron incluso como una obra precursora de la picaresca alemana, inspirada por la española y sintetizada en 1669 por Hans Jakob Grimmelshausen en su novela "El aventurero Simplicius Simplicissimus".
En el primer capítulo de ésta, considerada por los especialistas en las literaturas europeas como una de las mejores piezas del barroco alemán, Grimmelshausen hace una mención directa de las aventuras de los pícaros de Ulenhart en la Praga de 1617.
La obra de Ulenhart fue revitalizada en la segunda mitad del siglo XIX, cuando uno de los germanistas de la universidad alemana de Praga preparó su reedición. Grandes méritos en el conocimiento de dicha novela tuvo también el periodista checo-alemán del siglo XX, Egon Ervin Kisch, quien evocó la historia en su relato "Los chulos de la Praga del año 1600".