Resumen de la Prensa Checa

La capital checa se despierta poco a poco de los daños causados por el desborde de las aguas del río Vltava. La riada se dirige ahora al norte del país, informan los rotativos.

La capital checa se despierta poco a poco de los daños causados por el desborde de las aguas del río Vltava. La riada se dirige ahora al norte del país, informan los rotativos.

En su camino hacia las regiones del norte el agua lo destruye todo. En la ciudad de Kralupy nad Vltavou el río causó graves daños. Unas siete mil personas abandonaron sus casas. La riada se llevó allí a un automóvil con su chofer, el que no pudo escapar, escribe Právo.

El río Vltava inundó también la fábrica de Neratovice, informa Lidové Noviny. Las aguas llegaron hasta depósitos con peligrosas sustancias químicas. Los gerentes de la empresa aseguran que los depósitos están lo suficientemente protegidos. Sin embargo, algunos especialistas en ecología y miembros de la organización Greenpeace aseguran que la situación amenaza con elevados riesgos que los gerentes de la empresa Spolana no están dispuestos a admitir.

La prensa informa que el presidente, Václav Havel, interrumpió este miércoles sus vacaciones en Portugal y regresó a Praga. El mandatario dio un paseo por las zonas afectadas, calificando la situación como sumamente seria y las consecuencias de las inundaciones como desastrosas. Havel exhortó a la solidaridad mutua y solicitó a los partidos políticos que no se aprovechen de la situación surgida.

El gobierno checo sesiona casi ininterrumpidamente. Los ministros debaten en el capitalino Palacio de Hrzán, porque la sede del gobierno en las orillas de Vltava fue inundada. El gobierno centra su atención en los tipos de ayuda que ofrecen a la República Checa numerosos países del mundo y estudia también la posibilidad de emisión de bonos para cubrir los daños causados por las inundaciones, informa Mladá Fronta Dnes.

Según el diario, la ayuda más rápida fue ofrecida a la República Checa por Bélgica y Grecia, cuyos envíos ya llegaron a Praga. Francia envió tres toneladas de cobijas. Ayuda técnica y humanitaria llegará pronto de Eslovaquia, país donde se traslada la fuerza destructiva de las aguas. El Danubio continúa creciendo rápidamente, por lo que en la capital eslovaca de Bratislava fue proclamado el miércoles el estado de alerta.

Las inundaciones afectaron muchos monumentos en toda la República Checa, matiza Lidové Noviny. Las inundaciones causaron los mayores daños en Ceský Krumlov, ciudad histórica que figura en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Según informa Lidové Noviny, esta institución puede conceder finanzas para la salvación de Ceský Krumlov en base de una solicitud oficial del gobierno checo. Además, Italia ofreció al país la ayuda de sus experimentados restauradores.

Las aguas afectaron al más importante monumento de la ciudad de Písek, el más antiguo puente de Bohemia que data del siglo XIII, así como el casco histórico de la ciudad.

Seriamente amenazada se vio también la perla histórica de Praga " el Puente de Carlos que en el pasado fue varias veces afectado por las inundaciones. Por última vez en 1890 cuando se cayeron tres pilares. En ese mismo año el río penetró hasta la Plaza de la Ciudad Vieja con su reloj astronómico.

En el capitalino Monasterio de Santa Inés, donde se halla parte de las colecciones artísticas de la Galería Nacional, el agua inundó el patio y los subterráneos, informó al matutino Lidové Noviny el director de dicha institución, Milan Knízák. La pinacoteca situada en la antigua Caballeriza de Valenstein, no ha sido afectada. Es lógico que antes de las inundaciones todas las obras artísticas fueran trasladadas a lugares seguros, destacó Knízák.

Y al final una peculiar historia con buen fin. El miércoles por la mañana los socorristas en Praga no podían creer lo que veían sus ojos. Un hombre en ropa de dormir, sostenido en un tronco, se dirigía por las enfurecidas aguas del río Vltava. El hombre terminó su viaje en uno de los pilares del puente capitalino de Hlávka, siendo sacado del agua fría por bomberos y socorristas, escribe Právo.

El hombre contó que al despertarse a las cinco de la mañana en su casa en la aldea de Lahovice, salió afuera sin sospechar que durante la noche habían crecido las aguas del río y que éste pasaba ahora precisamente detrás del umbral de su casa. Cayó en el agua que inmediatamente se apoderó de él y así comenzó su involuntario viaje hacia la capital checa. La distancia de unos 12 kilómetros hacia Praga la superó en un tiempo récord de 45 minutos, apunta Právo.