República Checa no vendió tóxicos a los terroristas
Los jefes de los servicios secretos checos y el ministro de Defensa Jaroslav Tvrdík aseguraron ayer miércoles ante los diputados del Comité de Defensa y Seguridad que la República Checa no vendió a los hombres del entorno de Osama Bin Láden sustancias biológicas letales, capaces de ser utilizadas en ataques terroristas.
Las investigaciones no comprobaron que las organizaciones vinculadas a los terroristas hubiesen traficado con productos checos. El ministro de Defensa, Jaroslav Tvrdík, afirmó al respecto:
"Las dos mencionadas sustancias de combate de las que se ha hablado últimamente, bacilos botulínicos y el antrax, nunca estuvieron en los arsenales del Ejército Checo y por eso las Fuerzas Armadas de este país no pudieron haber traficado con ellas", sostiene el titular de Defensa.
Jaroslav Tvrdík añadió que rumores de este tipo ya fueron investigados por la Policía a mediados de los 90 sin haberse obtenido pruebas que los confirmasen. También el presidente del Comité de Defensa y Seguridad de la Cámara, Petr Necas, opina que no hay razón para pensar que las sustancias tóxicas hayan sido sustraídas y vendidas a los terroristas. Sin embargo, Necas, muy cauteloso, añade: "En las instituciones militares descartamos tal eventualidad, pero en las privadas seguimos realizando investigaciones".
La cautela es aconsejable: el escape de bacterias de algún laboratorio ha sido descartado con rotundidad tan sólo por los departamentos de Defensa y Sanidad, pero no por la Administración Veterinaria Estatal. No obstante, un experto consultado por el diario Mladá Fronta Dnes, dijo al periódico que en este momento no existen indicios fehacientes de que algún laboratorio del sector veterinario haya vendido a terroristas material biológico peligroso.