Reacción de los checos al ataque terrorista contra Estados Unidos

El ataque terrorista contra Estados Unidos

¿Qué han sentido y cómo han reaccionado los checos desde que conocieran la noticia del ataque terrorista contra Estados Unidos? De respuesta sirven los resultados de un sondeo realizado al efecto en la República Checa.

Primero, consternación. Después, rabia por semejante manifestación de maldad y un profundo pesar por los inocentes que pagaron por la barbarie con su sangre y sus vidas. Y finalmente, pánico. Pánico ante la eventualidad de una guerra y de que esa guerra les cogiera "sin estar prerados" con las reservas y acopios de alimentos y de muchas otras cosas indispensables en tales casos.

Según la encuesta, el 80 por ciento de los checos considera que el brutal ataque contra Estados Unidos atañe a cada ciudadano de la República Checa. Los checos sienten suya la tragedia estadounidense. La mayoría de los encuestados teme la guerra, pero a pesar de ello apoya incondicionalmente las acciones militares que se realicen para acabar de una vez por todas con el terrorismo, y ello con la participación del Ejército Checo.

Una cosa es estar en guerra, cuando se sabe que cada una de las partes en conflicto empleará todo tipo de medios para aniquilar al contrario, y otra muy diferente es que inocentes, que no tienen culpa alguna de que sus países y regímenes discrepen de otros, mueran por sorpresa como las víctimas de Washington y de Nueva York. Las escenas del atentado que también transmitían la televisión y la radio de este país despertaron primero en los checos la sensación de estar viendo algo que no podía ocurrir de verdad, de estar viendo una película barata y de mal gusto.

También del sondeo se desprende que el 57 por ciento de los ciudadanos checos considera que no ha terminado la serie de ataques terroristas, y el 69 por ciento opina que el conflicto adquirirá la envergadura de guerra mundial. Y esto último ha llevado a muchas familias checas a "pertrecharse por si acaso"... Estos checos, conscientes de que su país es miembro de la OTAN y conscientes de los compromisos que eso entraña ahora más que nunca, están dejando hasta el último céntimo en los supermercados... que si alimentos enlatados y con caducidad prolongada, que si velas, que si vendas y medicinas de todo tipo y naturaleza.

Autor: Mónica Villegas Gallego
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