Primeros judíos en los Países Checos

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A finales del año pasado apareció en las librerías checas la segunda edición, revisada y completada, de la monografía del historiador checo, Tomás Pekný, titulada "Historia de los judíos en Bohemia y Moravia". Los primeros esbozos e investigaciones las realizó el autor y disidente a comienzos de los años 80 del siglo pasado. Al publicar la primera versión de su libro después del desmoronamiento del régimen comunista en 1989, el libro fue inmediatamente agotado, porque se trató de la primera y hasta el momento única compleja monografía sobre la milenaria historia de los judíos en los Países Checos.

Los judíos viven en el Estado checo desde hace más de mil años. Pero al igual que en otros países europeos, los primeros judíos aparecían en estas latitudes geográficas ya después de la destrucción del Estado judío por los romanos en el año 70 de Nuestra Era.

Al parecer, todavía en la época del Imperio Romano y la Baja Edad Media, algunos grupos sobrepasaron las fronteras imperiales para comerciar con los célticos, germánicos y eslavos.

Los primeros documentos, que son dos, indican que los judíos estaban presentes en los territorios de Bohemia y Moravia a comienzos del siglo IX. Sin embargo, la interpretación historiográfica de estos documentos es muy imprecisa, siendo hasta la actualidad tema de polémicas entre los historiadores.

Esto significa que generalmente se reconoce como el primer documento indiscutible la relación del judío o árabe español, Ibrahím Ibn Jacobo, citada en el siglo once por los geógrafos árabes.

El comerciante o médico, Ibrahím Ibn Jacobo, fue miembro de una misión diplomática que enviaron al emperador romano-germánico, Otto I, el califa de Córdoba, Al-Hakam II, y uno de sus ministros judíos entre los años 961 y 976.

Ibrahim Ibn Jacobo, llamado Al-Israili, visitó la capital checa Praga alrededor de 965, registrando posteriormente en su testimonio la presencia de judíos en esta ciudad.

Pero la relación del diplomático cordobés no indica si ya se trató de los primeros judíos residentes en la ciudad, o sólo de comerciantes ocasionales. Según el historiador, Tomás Pekný, esta segunda versión parece la más probable.

Sin embargo, lo seguro es que a finales del siglo X existió en Praga la primera comunidad judía.

La llegada de los primeros judíos a Bohemia está vinculada con el sistema del comercio internacional de los siglos X y XI. Los protagonistas fueron principalmente los árabes, griegos y judíos que representaban un enlace entre el Mediterráneo desarrollado y el Norte todavía bastante retrasado.

Los judíos checos contribuyeron al desarrollo de las actividades comerciales, artesanales y financieras en el país. Hasta los comienzos del siglo XIII fueron considerados como extranjeros que podían desarrollar libremente todas sus actividades,es decir, vivían en el país sin limitaciones, pero sin protecciones jurídicas.

Las primeras animosidades judeo-cristianas fueron provocadas en relación con la primera Cruzada contra la ocupación musulmana de Jerusalén. Pero el primer notable empeoramiento de la posición social de los judíos se produjo después del Cuarto Concilio de Latrán en 1215.

En vista de los reiterado, aunque no masivos ataques contra los judíos, el rey checo, Premysl Otakar II, promulgó en 1254 la ley real denominada "Statuta Judaeorum", es decir "Estatutos Judíos".

Los Estatutos se convirtieron en una base de la legislación judía en Bohemia y Moravia hasta el siglo XVIII. El documento estipuló que todo tipo de ataques antisemitas, incluso acusaciones infundadas, se considera y castiga como un ataque contra la Majestad Real. Gracias a este Código, la posición de los judíos checos en el siglo XIII fue jurídicamente más asegurada que en cualquier otro país europeo de su época.

El documento del rey checo inspiró posteriormente a la legislación real en Silesia y Polonia, adquiriendo así fama internacional. Aunque el rey Premysl Otakar II no puede ser considerado "filosemita", los historiadores coinciden en que sus Estatutos beneficiaron a las comunidades judías en el país, que desde 1238 existían tanto en Praga como en otras ciudades del país.

Reconocen asimismo que hasta el siglo XIV la habitual fobia antijudía de la época no alcanzó en el Reino Checo las dimensiones tan macabras que fueron registradas en algunos otros países del Viejo Continente. Aunque también en este país centroeuropeo se produjeron pogromos y asesinatos.

Autor: Vít Urban
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