Praga volvió a escuchar el piano de Mozart

Piano de Mozart

Wolfgang Amadeus Mozart volvió este martes por unos instantes a la capital checa. El Panteón del Museo Nacional pudo escuchar las notas auténticas del piano que el gran compositor tocó durante su primera visita a Praga hace 219 años.

Mozart tocó el piano en enero de 1787 en un concierto público en el Colegio de Vírgenes Aristocráticas, explicó la directora del Museo Checo de la Música, Dagmar Fialová.

"Acompañó a la joven aristócrata Sternberk que cantó arias de Don Giovanni, según lo recuerda una placa conmemorativa ubicada en el piano en la época del romanticismo".

El piano de cola, fabricado en caoba y con un teclado decorado con nácar, fue construido alrededor del año 1785 en el taller de Franz Xaver Christoph. Perteneció a la familia noble de Thun y el Museo Nacional lo adquirió en los años 50 del siglo pasado, exponiéndolo hasta otoño de 2005 en la villa Betramka, donde Mozart vivió durante sus visitas a Praga.

"El gran valor de este instrumento consiste en su autenticidad. A diferencia de otro ´piano de cola mozartiano´ de Salzburgo, éste ha conservado la mayoría de las cuerdas originales".

Encontrándose en un estado deteriorado, en 2006 el piano se sometió en Viena a una amplia restauración durante la cual, por ejemplo, las partes de la capa de resonancia perjudicadas por la carcoma fueron rellenadas con cera. El renombrado restaurador austríaco Albrecht Czernin, bajo la tutela del profesor Alfons Huber, realizó una endoscopia de la construcción interior de la cola, que evidenció que el piano podría incluso utilizarse. Debido a la fragilidad del mecanismo, se puede tocar el piano sólo unos minutos y hace falta afinarlo una tercera más bajo en comparación con el tono original en la época de Mozart.

Al cabo de dos meses el piano se trasladará del Panteón del Museo Nacional a la exposición permanente del Museo Checo de la Música en la calle Karmelitská de Praga.

La exhibición de este instrumento único ha iniciado una serie de exposiciones en las que el Museo Nacional presentará al público los tesoros ocultados en sus depósitos. En los próximos meses los visitantes podrán ver impresos valiosos de la Comunidad de Hermanos Moravos y joyas de la diva operística Ema Destinová.