Por un puñado de billetes
El engaño y la codicia parecen no tener límites. Esta semana la televisión informó que dos personas procedentes de África habían hecho una estafa por varios millones de coronas en la República Checa. Engañaron a unas personas, que por vergüenza piden anonimato, mostrándoles el truco de la reproducción de los billetes. Los africanos introdujeron un billete en una especie de billetera especial y al cabo de unos minutos, y después de rociarla con una sustancia desconocida, se dio el milagro: en lugar de un billete aparecieron tres. Posteriormente, y ya con el engaño consumado, los "alquimistas modernos" explicaron que para reproducir más de un millón de coronas se necesitaban unas diez horas para que el proceso hiciera efecto. En realidad se trataba del tiempo necesario para abandonar el país con el botín a cuestas. Uno de los estafadores fue detenido mientras que el otro se encuentra en paradero desconocido. La sed de dinero fácil parece no haber abandonado Europa Central a principios del Siglo XXI.