Periodistas checos retenidos y robados en Egipto por partidarios de Mubarak
Periodistas checos enviados a El Cairo cubrir el levantamiento popular contra el presidente egipcio Hosni Mubarak fueron retenidos y robados por grupos armados defensores del régimen. Reporteros de otros países fueron incluso golpeados.
El régimen no quiere a los periodistas extranjeros cerca de la Plaza Tahrir cairota, epicentro de la revolución, y campo de batalla en los últimos días entre manifestantes y defensores de Mubarak, según destaca en su relato Martin Jonáš, enviado especial de la Televisión Checa.
“Llevábamos un par de minutos en la calle cuando la Policía secreta nos retuvo ayudada por la milicia. Nos quitaron los equipos, los pasaportes y los teléfonos móviles. Todo sin violencia en nuestro caso, pero un compañero de la Televisión Polaca recibió un puñetazo cuando intentaba proteger su cámara. Nos tuvieron un buen rato detenidos en una base militar. Hemos visto que los militares buscan de forma sistemática a los periodistas de entre los extranjeros que encuentran en la calle, para mantenerlos lejos del centro de la ciudad donde transcurren las protestas. Al final nos soltaron y nos devolvieron los equipos, así que podemos seguir informando, pero con muchas limitaciones”. Las televisiones egipcias han estado durante días dando una imagen falsa de normalidad mientras el descontento de los egipcios protagoniza la actualidad en todos los medios del mundo. De entre las decenas de periodistas que fueron detenidos, algunos permanecían desaparecidos en la noche del jueves, como anunciaron refiriéndose a sus trabajadores el canal qatarí Al Yazira, la televisión franco-alemana Arte y la Televisión Sueca. Reporteros brasileños fueron liberados tras haber firmado un documento en el que se comprometían a abandonar el país.La campaña llevada a cabo para impedir a la prensa realizar su trabajo ha sido condenada por los Estados Unidos, que ha pedido la liberación de todos los periodistas. Mandatarios de Alemania, España, Francia, Italia y Gran Bretaña, emitieron un comunicado conjunto en los mismos términos y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon calificó las agresiones a los medios de “escandalosas y totalmente inaceptables”.