Partidos mayoritarios arrancan campaña para las elecciones regionales

Las agrupaciones tradicionales, el Partido Cívico Democrático, del oficialismo y el Socialdemócrata de la oposición, iniciaron este fin de semana sus campañas para las elecciones regionales. Los políticos tienen mucho que perder por lo que los pronósticos vaticinan una dura contienda.

Petr Nečas
En las elecciones regionales de hace cuatro años, la Socialdemocracia (ČSSD) ganó en 12, de un total de 13 distritos. Por lo que el Partido Cívico Democrático (ODS), al frente del Gobierno adelantó que hará todo lo posible por inclinar la balanza a su favor, según indicara su líder, Petr Nečas.

“Nuestro partido tiene en las regiones una significativa cantidad de personas decentes con capacidad suficiente para repeler a la Socialdemocracia”, indicó Nečas.

Durante las conferencias del fin de semana, los líderes de las mayores formaciones políticas del país no economizaron epítetos contra sus rivales políticos.

Foto: Kristýna Maková,  Archivo de ČRo - Radio Praga
El jefe del opositor partido Socialdemócrata, Bohuslav Sobotka, arremetió contra el oficialismo denunciando las medidas antipopulares de su lucha contra la crisis económica.

“En los últimos seis años nuestro país fue expuesto a un caótico experimento de la derecha”, aseguró el líder opositor.

Los expertos sostienen que todo parece indicar que la campaña electoral que se avecina será una de las más dramáticas de las últimas décadas. Los políticos se enfrentan a un electorado decepcionado por los escándalos de corrupción que asfixian a la sociedad, a lo que hay que sumar la falta de cultura política.

Para muchos ciudadanos la imagen de los gobernantes es la de un grupo de funcionarios que llegan al poder con el fin de amasar fortunas resultado de comportamiento corrupto.

Bohuslav Sobotka
Y precisamente los escándalos de corrupción serán uno de los recursos a los que recurrirán los políticos para salpicar la imagen de sus rivales, pero de acuerdo con estudios demoscópicos el tema, tan presente en los últimos meses, puede más bien producir el efecto contrario entre los electores que opten por no asistir a las urnas dentro de cuatro meses.