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El presidente Bush arriba a Praga

El presidente norteamericano, George Bush, es el primero de los estadistas en llegar a la cumbre de la OTAN en Praga donde se propone preparar la Alianza para nuevas misiones encaminadas a la lucha contra el terrorismo y obtener el apoyo de los aliados en el eventual enfrentamiento con Irak. Se prevé que en la cumbre de Praga serán invitados a la OTAN siete nuevos miembros y Bush afirmó en esta relación que su ingreso imprimirá a la Alianza una nueva vitalidad y que no significa un peligro para Rusia.Bush se entrevistará en Praga con el presidente checo, Václav Havel, y con los presidentes de Turquía y Francia, Ahmet Necdet Sezer y Jacques Chirac, respectivamente. El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, sostuvo el lunes que Bush se encontrará durante las deliberaciones también con el canciller alemán, Gerhard Schröder.

Havel:no se puede descartar actos de terorismo

Las fuerzas de seguridad han adoptado de cara a la cumbre de la OTAN en Praga todas las medidas necesarias, pero la amenaza de un ataque terrorista no puede descartarse del todo, dijo en una conferencia de prensa el presidente checo, Václav Havel. En estos términos Havel comentó el hecho que en víspera de la cumbre delincuentes todavía no identificados pusieron en peligro la seguridad de los ferrocarriles metropolitanos. En una vía de ferrocarrril en el barrio capitalino de Kyje el artificiero policial desactivó una carga explosiva. En el tramo entre la Estación Principal de Ferocarriles y la del barrio de Vrsovice un tren chocó con el armazón de un coche mercedes que alguien había colocado intencionadamente sobre los rieles.

Medidas de seguridad serán todavía reforzadas

Praga es en estos días el lugar más custodiado de la Tierra. En las medidas de seguridad extraordinarias toman parte policías, militares y servicios secretos. Es que a la cumbre de la Alianza Noratlántica que comenzará el jueves participarán jefes de Estado y de Gobierno de 46 países. Sin embargo, tras conocerse los intentos de atentados contra los ferrocarriles capitalinos, el ministro del Interior, Stanislav Gross, anunció que las medidas de seguridad se reforzarán todavía más. Los trenes en Praga y en sus cercanías pueden ahora circular solo a una velocidad de 30 kilómetros por hora.

Havel se pronuncia por cooperación militar checo- eslovaca

El presidente Václav Havel se pronunció en una conferencia de prensa, celebrada en Praga, por una cooperación regional más amplia entre pilotos checos y eslovacos. Havel apoyó la formación de una unidad conjunta que podría defender el espacio aéreo de ambos países. Havel es partidario de una cooperación todavía más amplia en la que tomarían parte también Polonia y Hungría.

Havel se opone al ingreso de Rusia en la OTAN

Havel reiteró en su rueda de prensa que se opone al ingreso de Rusia en la OTAN ya que ello provocaría su paralización. Comentó también el hecho de que la República Checa no otorgó visado al presidente bielorruso, Aleksandr Lukashenko. Según Havel es una manifestación del desacuerdo de la República Checa con la forma autoritaria del gobierno de Lukashenko.

Delegado gubernamental tranquiliza a los praguenses

El delegado gubernamental para los preparativos de la cumbre de la OTAN, Alexandr Vondra, trató de despejar los temores de que durante las deliberaciones de los máximos representantes de la Alianza en la capital checan tengan lugar manifestaciones y protestas de gran envergadura. Vondra opina que las manifestaciones no alcanzarán las dimensiones que tuvieron las protestas contra la sesión del FMI y del Banco Mundial en el año 2000.

Alexandr Vondra informó que cubrirán las deliberaciones de la cumbre unos 3 mil periodistas, más de 100 reporteros gráficos y 212 televisiones extranjeras.

No se autorizó la entrada a la República Checa a 234 extranjeros

Desde el 19 de noviembre se aplican en las fronteras checas medidas de control más rigurosas en relación con la celebración de la cumbre de la OTAN. La policía checa no permitió desde esa fecha la entrada a la República Checa a 234 extranjeros. Se trata de ciudadanos alemanes, polacos, austríacos, británicos y eslovacos que figuran en el registro de personas indeseables de quiénes se sospecha que puedan involucrarse en tumultos durante la cumbre de la OTAN en la capital checa.