Hola, español; do svidaniya, ruso: cambia la enseñanza de idiomas en las escuelas checas

El Ministerio de Educación checo introduce reformas que priorizan el inglés desde los seis años y eliminan el ruso como opción secundaria. La iniciativa busca reflejar las exigencias del mundo actual, aunque algunas de sus medidas han encontrado cierta resistencia.

Foto ilustrativa:Zuzana Jarolímková,  iROZHLAS.cz

La República Checa se prepara para implementar la reforma educativa más ambiciosa de las últimas dos décadas. Desde 2025, el aprendizaje del inglés será obligatorio a partir del primer grado de educación primaria, según el programa presentado por el ministro de Educación, Mikuláš Bek. Además, la oferta de segundas lenguas extranjeras verá una reducción en sus opciones, a raíz de la cual idiomas como el ruso o el italiano dejarán de ser parte de la oferta disponible. Bek explicó a la Radio Checa que la iniciativa busca que todos los niños checos tengan las mismas posibilidades de aprender inglés, un idioma cada vez más necesario para desenvolverse en el mundo actual.

“Hoy en día, lo que sucede en las escuelas checas es que solo la mitad de los niños aprenden inglés desde primer grado, ya que este idioma no es obligatorio hasta el tercer año. Esto significa que desde el primer año de educación, la población infantil se divide en dos grupos: de un lado, el grupo que se beneficia de acceder a una ventaja competitiva y, del otro, un segundo grupo que no”.

Foto: Michaela Danelová,  Český rozhlas

Una apuesta por el futuro

Con esta reforma, se busca que los alumnos concluyan la educación básica con un nivel B1 en inglés, un avance significativo respecto al actual nivel A2. Sin embargo, los opositores critican la carencia de profesores capacitados para enseñar este idioma en las primeras etapas escolares. En respuesta a los cuestionamientos, el Ministerio asegura que se encuentra colaborando con facultades de pedagogía para mejorar la formación docente.

Mikuláš Bek | Foto: René Volfík,  iROZHLAS.cz

Según Bek, el esfuerzo vale la pena, en vista de las exigencias del mundo actual en términos de competencias lingüísticas.

“Es obvio que en el mundo en el que vivimos, y sin duda aún más en el mundo de mañana, el dominio del inglés será una condición imprescindible para el éxito profesional, en casi todas las profesiones y oficios, independientemente del nivel educativo requerido. Por eso, finalmente decidimos hacer lo que es común en varios países europeos, es decir, que todos los niños puedan aprender inglés desde la primera clase, precisamente para eliminar esta desigualdad que existe actualmente”.

Otra medida destacada es el adelanto de la enseñanza de una segunda lengua extranjera, como francés, alemán o español, que será obligatoria desde el séptimo grado. Esta decisión busca alinear la educación checa con estándares europeos y fortalecer competencias clave para un entorno globalizado.

Una polémica en ruso

Por otro lado, la eliminación del ruso del programa de estudios ha generado controversia. Según datos oficiales, el ruso fue elegido por cerca de 47.850 estudiantes el año pasado, con lo que superó ampliamente a opciones como el francés o el español. Pese a ello, el Ministerio argumenta que los cambios responden a prioridades europeas y mundiales.

Foto: CPRESS

Las reformas también incluyen una mayor flexibilidad para que las escuelas diseñen sus planes de estudio, centrándose en habilidades y valores además de conocimientos. El objetivo es preparar a los estudiantes para un mundo en constante evolución, además de facilitar una transición más armoniosa hacia la educación secundaria.

A pesar de los desafíos, como la escasez de maestros y el rechazo inicial de algunos sectores, el gobierno checo apuesta por una modernización del sistema educativo, en un intento por establecer un mejor diálogo con las generaciones futuras y su cambiante entorno.

Autor: Juan Muttoni
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