Tomarse el café de la mañana en el Castillo de Praga. ¿Por qué no?
En el Castillo de Praga se han hecho obras de ampliación por primera vez desde la década de los 60. Brindarán a los visitantes un espacio de contemplación y reposo.
"Sí, en uno de los monumentos más visitados del mundo se encuentra, al mismo tiempo, el presidente. ¡Qué interesante!"
Václav Hlaváček se ha encontrado en el Castillo de Praga con los cuatro presidentes de la República Checa como uno de los arquitectos de las reconstrucciones del Castillo de Praga. Hace poco, el Studio Acht que dirige inauguró una nueva ampliación del complejo del Castillo que representa la mayor intervención en su aspecto exterior en los últimos 70 años.
La nueva construcción se encuentra en una parte oculta del Castillo, concretamente en la parte trasera de la nueva sede del preboste de la Capítula de San Vito, diseñada por Josef Mocker, donde surgió un nuevo espacio abierto con dos ampliaciones de asperón a cada lado. A su vez, se trata de un espacio al que no se podía acceder hasta 2017. El arquitecto Hlaváček conversó con la Radio Checa para explicar su objetivo principal.
“Se trata de dos edificios de un nivel de una planta y media. Una parte de la reconstrucción fue un esfuerzo sincero del inversor, es decir, la Capítula de San Vito, para traer a las personas hacia la muralla del norte, a todos los visitantes del Castillo de Praga, porque no hay que comprar entrada. Creo que esta es una de las cosas más importantes que han ocurrido”.
Añade el arquitecto que otro objetivo del nuevo espacio es que los visitantes cansados del Castillo lleguen a la zona abierta junto a la sede del preboste y puedan contemplar las vistas del barranco verde del Foso de los Ciervos. Además, aparecerán en este lugar también bancos y una o las dos partes de la ampliación, lo que aún debe concretarse, se convertirá en una cafetería para que las personas, realmente, puedan descansar ahí.
Václav Hlaváček había participado previamente en la reconstrucción de los jardines del sur y la construcción de un escenario en los mismos. Además, trabajó en la reconstrucción del ala central, así como de la del sur.
En su opinión, el Castillo de Praga sufre un exceso del turismo, sobre todo entre las 10 horas de la mañana y las 4 de la tarde. “A las 11, todo el mundo está en el Callejón de Oro”, dice. No obstante, la llegada de los turistas es algo que difícilmente se puede regular. Por lo menos, la devolución de la vida hacia las partes ocultas o cerradas, como la muralla del norte, podría ayudar a una mejor distribución de los visitantes.
Al mismo tiempo, el arquitecto sostiene que el espacio de la cafetería es algo muy necesario en esta parte de la capital checa.
“En el Castillo hay pisos, había pisos para albañiles y funcionarios de la Gestión del Castillo de Praga, hay instituciones, oficinas, creo que debería fortalecerse la actividad de servicio. A pesar de las grandes cantidades de gente que pasan por ahí, creo que el Castillo debe contar con una buena oferta gastronómica, cafeterías, lugares donde la gente pueda descansar. Y creo que, hoy en día, nadie busca estos lugares ahí, nadie viene por la noche o temprano por la mañana”.
Devolver el Castillo a Praga, esta es la idea principal de Hlaváček, quien también sostiene que la supresión de los controles y arcos de seguridad en las entradas al complejo que se instalaron durante la presidencia de Miloš Zeman, son un buen paso hacia ello.
El Castillo de Praga, además, sirve de atajo entre los barrios capitalinos de Pohořelec y Malá Strana. Sin embargo, el sueño de Hlaváček no es solo que la gente pueda desplazarse más rápido por Praga, sino que en el Castillo encuentre también espacios para poder trabajar, hacer reuniones laborales, etcétera.
“Estos son los retos que le esperan al Castillo de Praga. Hay muchos lugares que se podrían utilizar para distintos servicios. Debería apoyarse la vida normal y cotidiana que no se excluye en ningún caso con el hecho de que se celebren eventos de máxima importancia, misas, visitas oficiales del Estado, etc. Esto siempre ha sido muy interesante en el Castillo: de repente, aparece un estadista, la gente se para y todo es informal, interesante, no actuado. Sí, en uno de los monumentos más visitados del mundo se encuentra, al mismo tiempo, el presidente. ¡Qué interesante!”
El Castillo de Praga recibe anualmente a unos 2,5 millones de turistas. Cuándo podrán aprovechar el espacio de la sede del preboste todavía está por concretarse. Según informaciones de la Radio Checa, podría ser ya durante estas fiestas navideñas.
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