2) La Universidad Masaryk de Brno, multiculturalidad y un mundo de posibilidades en Moravia
La Universidad Masaryk de Brno, con sus 30.000 estudiantes, es una pieza fundamental para entender la vida de la propia capital morava. Estudiantes de todo el mundo acuden a ella atraídos por su amplia oferta de estudios y su buena reputación.
Fundada en 1919, la Universidad Masaryk de Brno es la segunda más importante del país con sus diez facultades y 400 programas de estudios. Cada año estudian en ella más de 30.000 alumnos, transformando por completo la vida de la ciudad.
Unos 7000 de estos estudiantes llegan del extranjero, pero además hay que contar a varios cientos que llegan con un programa de intercambio como, por ejemplo, la española Celia Gallego, estudiante de Periodismo y Humanidades en la Universidad Carlos III de Getafe que, después de estudiar a fondo todas sus opciones para su programa Erasmus, se decantó por la ciudad checa, como contó a Radio Praga Internacional.
“Tenía para elegir muchísimos sitios de Europa, pero me llamó la atención Brno porque no era una capital pero era una ciudad grande, y me parecía que estaba muy bien situada en una zona que me llamaba la atención conocer. Además, me ofrecían venir a esta universidad y me pareció muy buena. La estuve mirando a nivel europeo y a nivel de la República Checa, y tenía muy buenos comentarios, estaba muy bien posicionada”.
Cuando llegó a la universidad, en seguida comprobó que no se había equivocado y que el nivel académico era realmente alto, ofreciéndole opciones que ni siquiera se le habían ocurrido, dice.
“A mí lo que más me ha llamado la atención, comparado con España, es la oferta de la asignaturas que hay y que los alumnos, en general, las pueden elegir libremente. Eso es lo que más me ha gustado porque tienes que hacer algunas asignaturas obligatorias de, en mi caso por ejemplo, periodismo, pero luego lo puedo orientar mucho según mis intereses, lo que a mí me guste, y estoy descubriendo cosas que yo no había escuchado nunca. He tenido oportunidad de ir a conferencias, de hacer ciertos trabajos que me han gustado mucho, y es que hay una cantidad de asignaturas increíble. Yo puedo estudiar asignaturas de educación, de economía o de lo que más me interese para complementar mi carrera y orientarla un poco hacia donde a mí más me guste, que es algo que en España no podemos hacer”.
En la Universidad Masaryk estudia también la venezolano-colombiana Nicole Ziritt que, a diferencia de Celia, no está de intercambio, sino que está completamente establecida en Brno. Además del nivel académico, esta estudiante de Filología Hispánica destaca el lado humano y la ayuda que recibe por parte del profesorado.
“Definitivamente, los profesores, todos los que me han dado clase, son un amor, son súper comprensivos con mi situación, porque hay cosas en checo que a veces no entiendo. Son súper amables y me han ayudado en muchísimas cosas y, además de que el nivel es increíble, he aprendido un montón de cosas”.
“Creo que es la mejor ciudad para vivir cuando eres estudiante”
Explica Celia Gallego que Brno tiene todas las comodidades de un sitio pequeño pero también las de una ciudad grande, no hay nada que eche de menos a pesar de venir de un sitio como Getafe, que forma parte del área metropolitana de Madrid, y agradece, además, que no haya casi turistas. En su lugar, quienes influyen de veras en la vida de Brno, son precisamente los estudiantes, dice.
“A mí lo que más me sorprendió es el ambiente estudiantil que hay. Me imaginaba que sería una ciudad mediana, como una segunda capital, pero me gusta muchísimo la cantidad de gente joven que hay, los planes de todo tipo que hay para jóvenes; tanto para ir a la montaña, por ejemplo, hay muchísimos planes para ir de hiking, para ir a lagos o escalar; pero luego, obviamente, hay muchísimos planes de bares, de fiesta, lectura… Hay todo tipo de planes para jóvenes”.
Lo mismo piensa Nicole, que llegó a Brno desde un núcleo urbano aún mayor que Madrid incluso.
“Brno creo que es la mejor ciudad para vivir cuando eres estudiante porque hay mucha gente que está en la misma etapa que tú. Hay muchos estudiantes, vas por la calle y hay gente estudiando en los cafés, escuchas todos los idiomas, y si necesitas hablar, por ejemplo en inglés o en otro idioma, siempre hay alguien que está para ayudarte. Y Brno es tranquila, es chiquita. Yo vengo de Bogotá, que tiene como 8 millones de personas, entonces aquí, claro, es súper calmado, es súper bonita. A mí me encanta”.
Un ambiente juvenil y multicultural muy interesante
Si bien para los checos Brno no es percibida precisamente como un centro de multiculturalidad, el ambiente con el que se encuentran los estudiantes sí que lo es, asegura Celia.
“Hay muchísimo ambiente internacional. Me preocupaba un poco el tema del idioma, pero hablando inglés va súper bien porque los checos en general tienen muy buen inglés, especialmente los jóvenes. Y luego hay gente de todos lados, hay mucha gente de India, de Sudamérica, asiáticos y de todas partes, así que hay un ambiente muy juvenil y muy multicultural, que es muy interesante”.
Nicole también destaca la calidez de los habitantes locales hacia los estudiantes extranjeros, especialmente si hablas, al menos, un poco de checo.
“La gente aquí en República Checa tiene algo muy bonito y es que si tú les hablas en checo, aunque sea un poquito, se sienten súper orgullosos y te ayudan mucho más que si les hablas en cualquier otro idioma. Así que te sientes bien recibido aunque no hables perfecto”.
En definitiva, una opción totalmente recomendable, según Celia y Nicole, para estudiar en Chequia.
