Praga usará inteligencia artificial para acabar con los atascos
El consejo municipal de Praga firmó un acuerdo con la empresa OICT, que instalará un sistema de inteligencia artificial para evitar los tan frecuentes embotellamientos en la capital.
En los últimos cuarenta años, el número de coches que circulan a diario entre Praga y la región de Bohemia Central se ha multiplicado casi por seis, pasando de 118 000 en 1980 a 679 000 en 2021.
Además de los embotellamientos a los que los praguenses ya se encuentran acostumbrados, este considerable aumento de automóviles es también causa de accidentes y de una creciente contaminación del aire.
En este contexto, la ciudad de Praga decidió empezar a trabajar con la empresa OICT, experta en tecnologías de la información y la comunicación, en un proyecto innovador que permitirá obtener una gran cantidad de información sobre el tránsito. Petr Suška, director de la sección “Smart City, Innovations and Project Management” de OICT, contó a Radio Praga Internacional los orígenes de la iniciativa.
“La forma en que actualmente analizamos el tráfico no es muy efectiva. La razón de esto es que tenemos alrededor de diez formas diferentes de recolectar datos: diferentes tipos de centros de recolección, con sensores para algunos, cámaras para otros; e incluso tenemos personas en las carreteras para contar los autos que pasan. En el siglo XXI, claramente esa no es la forma más eficiente de hacer este trabajo. Entonces, se nos ocurrió la idea de crear un sistema integrado que pueda hacerlo todo a la vez. Nuestra principal motivación es que generaría datos mucho más fiables, se pueden obtener en tiempo real, las 24 horas del día. En caso de que se produjera un accidente, podríamos reaccionar mucho más rápido y no tendríamos que esperar a que alguien lo reportara”.
Para obtener toda la información necesaria, se instalará un innovador sistema de cámaras de video. La idea está inspirada en otras soluciones ya implementadas en ciudades europeas como Viena, Múnich y Copenhague.
Las imágenes recolectadas por las cámaras serán analizadas con ayuda de inteligencia artificial para predecir el tránsito.
Los primeros dispositivos se instalarán en distintos puntos estratégicos de Praga 6 y Praga 11, con el fin de probarlos y asegurar que funcionen adecuadamente. Estas primeras muestras serán vitales para el proyecto, que buscará analizar de forma constante la red viaria de 400 kilómetros de la ciudad, compuesta por unas 700 intersecciones.
Según Suška, el análisis de las imágenes estará centrado en distintos comportamientos del flujo de vehículos, lo que permitirá anticiparse a posibles inconvenientes.
“Analizaremos la intensidad del tráfico, en términos de velocidad y fluidez, y los modos de transporte más comunes: autobús, camión, automóvil particular, motocicleta, scooter, etc. Mapearemos el movimiento para saber de dónde viene el flujo y hacia dónde va. Obviamente, también determinaremos dónde están los embotellamientos y trataremos de entender cuáles son los factores que provocan esta congestión. Aquí es donde entra en juego la inteligencia artificial. Esta herramienta ayudará a planificar rutas y a dar recomendaciones a las personas”.
Además, también se analizarán los movimientos de peatones y bicicletas, para luego cruzar la información obtenida con la del tráfico de automóviles. Según la empresa, los datos recopilados serán anónimos y solo servirán para obtener una visión general de la red de carreteras de la capital checa. La información será pública y se podrá consultar en el sitio Golemio.
Suška expresó que el objetivo de hacer públicos estos datos es brindar una prueba al alcance de todos sobre los inconvenientes generados por los automóviles particulares.
“En definitiva, lo que nos gustaría lograr es que la gente utilice medios de transporte que no sean automóviles particulares y generar mayor consciencia sobre los problemas que genera esta forma de viajar. El proyecto se enmarca en varias estrategias municipales, como el Plan de Desarrollo Sostenible, el Plan de Adaptación al Cambio Climático y el Plan Clima. También es parte de la iniciativa que llamamos Concepto de Ciudad Inteligente Praga 2030”.
En último término, el objetivo de la empresa OICT, según Suška, es transformar Praga en una ciudad inteligente, es decir, una ciudad que utiliza tecnologías de la información y la comunicación para producir servicios urbanos y reducir los costos económicos y ambientales. La meta esperada para alcanzar dicho estatus es el año 2030.
Por su parte, el alcalde mayor de Praga, Zdeněk Hřib, se mostró a favor de la iniciativa y expresó que las autoridades a cargo tienen la obligación de encontrar soluciones para garantizar una circulación fluida, invirtiendo masivamente en infraestructura y gestionando el transporte “basándonos en datos y no en sensaciones”.
