“Las universidades checas necesitan buscar talento en todo el mundo”
Las universidades checas necesitan internacionalizarse, atraer a mentes brillantes de todo el mundo y reforzar su participación en la vida pública. Esas son algunas de las tareas que tienen por delante si es que quieren ascender en los rankings mundiales, afirma el nuevo rector de la Universidad Angloamericana en Praga, Jaroslav Miller.
Enseñar de manera honesta y reflexionar sobre el aprendizaje, ofrecer excelentes posibilidades para el desarrollo científico y enfocarse en lo que Jaroslav Miller llama el ethos del servicio civil. Estas son las tres características que cumple una buena universidad, de acuerdo con el nuevo rector de la Anglo-American University en Praga quien, anteriormente, ocupó el mismo cargo en la Universidad Palacký de Olomouc.
En los últimos años, las universidades checas no han logrado ascender en los rankings mundiales, más bien lo opuesto. De acuerdo con Miller, los resultados llaman a un debate sobre lo que los centros universitarios en Chequia deberían cambiar para triunfar. Según afirmó en entrevista con la Radio Checa, potencial no les falta.
“Estoy absolutamente convencido de que Chequia tiene el potencial de tener cuatro o cinco universidades entre las quinientas mejores del mundo. Y como mínimo una entre las primeras cien. Hasta cierto punto es una cuestión de dinero. Es un cliché, pero es verdad. Los Gobiernos checos han estado convencidos de que el sector universitario necesita menos dinero del que realmente necesita”.
Además de un mayor apoyo financiero, es esencial llevar a cabo una reforma de la ley universitaria checa, para otorgar un mayor poder a las direcciones de las universidades, continúa Miller.
“Si miramos el sistema en otros países, vemos que en la mayoría de los casos, las juntas administrativas de las universidades tienen una mayor influencia en el funcionamiento de las escuelas, en las estrategias que implementa la dirección, con el rector al frente. Ese no es el caso en Chequia. Los principales focos de poder se encuentran en las facultades y en los senados universitarios y de las facultades. En consecuencia, las competencias están descentralizadas y resulta imposible dirigir la universidad de manera estratégica”.
Con su postura, Miller no busca interferir en las libertades académicas que caracterizan en gran medida el ambiente universitario, pero insiste en que estos cambios legislativos contribuirían a una implementación más eficiente de prioridades estratégicas.
Abrirse al mundo
Otra gran tarea que los centros educativos tienen por delante, de acuerdo con Miller, es la internacionalización. Necesitan abrirse más al mundo y buscar talentos en otros países, según explica, utilizando el fútbol como metáfora.
“Los clubes de fútbol que confían solo en sus propios canteranos suelen tener menos éxito que los clubes que buscan refuerzos en otros países. Para ser competitivos a nivel global, debemos atraer a estudiantes y jóvenes científicos con talento y motivación de todo el mundo. Por eso, la internalización es una disciplina clave en la que no podemos fallar”.
De acuerdo con Miller, no se necesita solo más dinero, sino una solución sistemática que ayude a revertir el éxodo de mentes brillantes que se registra en la actualidad.
Por otro lado, afirma que la internacionalización puede consistir en pasos muy prácticos como, por ejemplo, el apoyo administrativo a los que quieren estudiar en Chequia. Miller cita como ejemplo la homologación del diploma de estudios secundarios, uno de los primeros obstáculos a los que los estudiantes se enfrentan tras llegar al país. De acuerdo con el rector, el proceso no es transparente y se registran grandes diferencias entre las distintas oficinas.
En su nuevo puesto en la Universidad Angloamericana de Praga, donde la mayoría de los estudiantes son de origen extranjero, Miller está siguiendo sus propias recomendaciones.
Él y su equipo presentaron recientemente una nueva beca para los evacuados de Afganistán.
“Queremos ayudarle a la República Checa que, tras cierta vacilación, decidió ayudar a los evacuados afganos. El segundo paso ahora es el proceso de integración. Y la mejor manera de lograrlo es mediante los estudios”.
La iniciativa ha recibido el visto bueno del Ministerio del Interior y ahora dependerá de los refugiados si optan por aprovechar la oportunidad. Jaroslav Miller considera que se trata de un servicio a la sociedad, algo que considera importante para todas las universidades, ya sean públicas o privadas.
