El Gobierno baraja la posibilidad de comprar la vacuna rusa Sputnik V
El primer ministro, Andrej Babiš, propondrá que el registro y la reserva para la vacunación contra el COVID-19 se abran para las personas mayores de 60 años a partir de marzo. Tampoco descarta negociaciones para la compra de la vacuna rusa Sputnik V.
En Chequia se empezó a vacunar contra el COVID-19 el 27 de diciembre. Como grupos de riesgo se determinaron las personas mayores de 80 años, personal sanitario y empleados de las residencias para mayores.
El programa de vacunación se vio interrumpido por problemas con el suministro de vacunas y no se han podido cumplir los plazos establecidos, que pretendían que dicha fase terminara a finales de febrero.
El primer ministro, Andrej Babiš, anunció este domingo, quizás en un intento por calmar a la población, que desea que se abra el registro y la reserva de vacunación para las personas mayores de 60 años, según dijo a la Televisión Checa.
“Me gustaría proponer y aprobar que, por ejemplo, a partir del 1 de marzo se pueda abrir el registro de vacunación para personas a partir de los 60 años de edad en adelante“.
Babiš indicó, que además de la edad, se tomaría en cuenta el estado de salud de este grupo de ciudadanos. Tendrían prioridad aquellas personas que sufren enfermedades como hipertensión, diabetes, obesidad y problemas oncológicos.
El primer ministro y un grupo de expertos en temas sanitarios realizaron un viaje relámpago a Hungría para conocer detalles sobre la experiencia que tienen en ese país con la vacuna rusa Sputnik V.
Roman Prymula, asesor en temas de salud de Babiš, declaró a la Televisión Checa que no descarta la eventual compra de la vacuna rusa.
“Puedo decir que en este momento existe un interés real por la vacuna rusa en Chequia. No obstante, se debate sobre la cantidad de datos disponibles sobre dicha vacuna. Una situación ideal partiría del hecho de que la vacuna sea aprobada por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), y a partir de ese momento la compraríamos”.
Prymula, antiguo ministro de Salud, indicó que conseguir la vacuna rusa no será un asunto fácil, porque en el momento en que Europa la reconozca se agotará rápidamente, de ahí que una opción sería imitar a Hungría.
“Existe el riesgo de que en el momento en que Europa reconozca la vacuna rusa no podamos comprarla, porque la producción rusa sigue siendo muy limitada. En caso de querer adquirir la vacuna Sputnik V sería necesario hacerlo como Hungría”.
Budapest no esperó la recomendación de la Agencia Europea de Medicamentos y decidió adquirir la vacuna de los rusos. Si bien Babiš y sus expertos viajaron a Budapest en busca de consejos, la verdad es que los húngaros no han empezado la vacunación masiva y se han apoyado en la experiencia de Serbia, país que sí ha aplicado la vacuna a un sector significativo de la población.
Jan Konvalinka, bioquímico de la Academia de Ciencias, y una de las cabezas visibles en los debates sobre la pandemia en Chequia, expresó su satisfacción por la publicación de datos sobre Sputnik V en la revista británica The Lancet.
“Es muy bueno que finalmente se hayan publicado (en The Lancet) datos sobre la vacuna rusa. Tenemos información sobre su efectividad y en cierta medida sobre la seguridad del producto. Hasta hace poco no había datos lo suficientemente verificados”.
Babiš dijo que hasta el momento se han vacunado unas 347 000 personas en el país, de las cuales unas 91 000 han recibido la segunda dosis y que, del total de vacunados, más de 98 000 son personas mayores de 80 años. De acuerdo con la Oficina de Estadísticas Checa en el país vive más de un millón y medio de personas de entre 65 y 80 años.
El Gobierno checo, de acuerdo con Babiš, podría ofrecer esta semana informaciones más detalladas sobre el futuro de las negociaciones sobre la eventual adquisición de la vacuna rusa.
Entretanto, el sábado llegaron al país más de 19 000 dosis de la vacuna AstraZeneca que desde este lunes empezarán a entregarse a los centros de vacunación.
