Falta elemento femenino en la política checa

Las mujeres han representado apenas un 28 por ciento de los casi cinco mil candidatos en estas elecciones a la Cámara Baja checa, a pesar de que la igualdad de oportunidades para ambos sexos ha aparecido en las promesas preelectorales de muchos partidos políticos, incluyendo aquellos que no acentúan esta problemática. Radio Praga conversó sobre el tema con Lenka Bennerová, directora de la asociación cívica Foro 50%, que surgió con el objetivo de aumentar el número de mujeres en la política, en los procesos de decisión y la vida pública en general.

El Partido Cívico Democrático publicó una revista preelectoral en la que cedió la palabra exclusivamente a las mujeres. Por su parte, el líder de los socialdemócratas, Jirí Paroubek, prometió quince días antes de los comicios, en una reunión convocada por las Mujeres Socialdemócratas, introducir cuotas del 30 por ciento para los cargos en la dirección del partido y para las listas de candidatos. Paroubek incluso declaró que el próximo candidato a la presidencia de la República podría ser una mujer. El lema "más mujeres en la política y en la vida pública" figuró entre las diez prioridades de la campaña electoral del Partido de los Verdes y de los Demócratas Europeos.

¿A qué se debe la baja representación femenina en la política checa?, preguntamos a Lenka Bennerová.

"La mayoría de los políticos y de los hombres opina que las mujeres no se interesan por la política. No es así. En los partidos políticos hay muchas mujeres, por ejemplo, en el democristiano Partido Popular forman más de la mitad de sus militantes. Pero si observamos la estructura jerárquica del partido para arriba, las mujeres van desapareciendo, y en la cúpula no hay ninguna. Es un círculo vicioso, porque los dirigentes del partido aprueban las listas de candidatos, etc. Creo que las mujeres no son bienvenidas en la política de este país y tienen que rendir dos, tres veces más que un hombre para conseguir la misma posición".

¿Cómo ha cambiado la situación después de la Revolución de Terciopelo de 1989?

"Desgraciadamente tenemos que constatar que tras el cambio de régimen la situación empeoró considerablemente porque se cancelaron las cuotas que había aplicado el entonces Partido Comunista tanto para la cúpula del Partido, como para las listas de candidatos de manera que las diputadas ocuparon obligatoriamente el 30 por ciento de los escaños en el Parlamento. Inmediatamente después de 1989 el número de diputadas descendió a las cifras correspondientes al año 1948. Desde aquel entonces sube lentamente".

¿Cuál es la situación en los demás países poscomunistas?

"Muy similar. Se espera que en las elecciones que se celebrarán próximamente en Eslovaquia las mujeres consigan de un 10 hasta un 12 por ciento de los escaños en la Cámara de Diputados. En Polonia es alrededor del 20 por ciento. Con una representación femenina relativamente alta en la política cuenta las repúblicas bálticas, por influencia de Escandinavia. Debido a un fuerte movimiento femenino la situación es bastante buena en los países de la ex Yugoslavia".

Lenka Bennerová explicó que la asociación cívica Foro 50% se trazó para las próximas legislativas de 2010 el objetivo de superar el límite mágico del 30 por ciento de mujeres en la Cámara Baja.

"Es el límite cuando un grupo de personas, no sólo las mujeres, deja de ser una minoría y puede participar en las decisiones, hacer lobby, unirse e imponer sus objetivos".

¿Qué expectativas depositan en el elemento femenino en la política checa?

"Naturalmente no vamos a prometer que con el ingreso de las mujeres la política será absolutamente limpia, que las mujeres no serán corruptibles. Pero la verdad es que las mujeres tienen una visión diferente de los asuntos públicos, al ser madres defienden los intereses de sus hijos. Pensamos que las mujeres no serían tan leales a su partido, sino que se centrarían en el mérito del problema. La política funcionaría más en base de la cooperación".