La música se apoderó de Praga
En la capital checa se baila, se canta y se divierte en estos días. A todo aquél que quiera pasarla bien y experimentar vivencias inolvidables, se le recomienda trasladarse de inmediato a Praga, donde acaba de iniciarse el festival musical "United Islands of Prague", las "Islas Unidas de Praga"
En la capital checa se baila, se canta y se divierte en estos días. A todo aquél que quiera pasarla bien y experimentar vivencias inolvidables, se le recomienda trasladarse de inmediato a Praga, donde acaba de iniciarse el festival musical "United Islands of Prague", las "Islas Unidas de Praga".
El festival abarca varios géneros musicales, como el jazz, el rock, y el folk y según afirma Jan Kratochvíl, uno de sus organizadores, se trata de uno de los mayores eventos de semejantes características, celebrado en la República Checa.
"United Islands" es un festival internacional y uno de sus mayores atractivos, además de la amplia variedad de géneros musicales que ofrece, radica en que se celebra en las diez islas del río Vltava en Praga. Los conciertos, naturalmente, tienen lugar al aire libre. Este año participa en el evento un centenar de grupos y solistas de más de veinte países".
Durante los diez días del festival, que culminará el 25 de junio, el público puede asistir a un sinnúmero de conciertos. Como apuntara Jan Kratochvíl, el programa es tan contundente que cada persona puede escoger el estilo que más le gusta. La más fuerte representación la tienen grupos de música rock y de jazz, así como conjuntos de la llamada World music, o sea, los que se dedican a la música étnica.
El festival es patrocinado por el alcalde mayor de Praga, Pavel Bém y el eurodiputado, Jan Zahradil, quien en la víspera de la inauguración del evento señaló que le había gustado mucho la idea de la "colonización" de las islas en el río Vltava en Praga, en nombre de la música y la diversión, por lo que no vaciló en apoyar el proyecto.
La República Checa está representada en el festival por varios elencos que logran abrirse camino también en el extranjero, según apuntó Jan Kratochvíl, del equipo de organización.
"Actúa en el festival un sinnúmero de elencos musicales checos que se han presentado con éxito también en el exterior. Quisiera destacar por ejemplo, al elenco de música experimentalJablkono al grupo Cechomorque se dedica a la interpretación de temas folklóricos adaptados a los ritmos modernos. Junto a ellos se presentanDan Bárta, elSupport Lesbiensque es el elenco de mayor popularidad últimamente entre la juventud checa y muchos otros más".
Refiriéndose a los músicos extranjeros que asisten al festival "Islas Unidas de Praga", Jan Kratochvíl resaltó al elenco de rock británico, Placebo, al excelente acordeonista brasileño, Renato Borghetti, y al renombrado músico africano, Cheb Khaled, de Argelia, muy popular actualmente en varios países del mundo.
Las raíces de la música de Khaled, quien se presenta por primera vez en la República Checa, hay que buscarlas en el folklore de las naciones del norte de África. Khaledb logra plasmar la música de sus antepasados en ritmos modernos que atraen y gustan a las generaciones contemporáneas.
"La canción del pincel y la danza de la tinta", así se titula una exposición de caligrafía que hasta finales de junio tiene lugar en el Centro Cultural de la ciudad de Dobrís, a unos treinta kilómetros al sur de Praga.
"El título de la muestra es una cita de un destacado calígrafo chino de la dinastía Xin que de manera muy acertada describió el arte de la escritura artística china. En la exposición presentamos algunos trabajos de siete alumnos que tengo en la República Checa, además de varios cuadros y trabajos de caligrafía míos", dijo Sü Kuo-fu, profesor de caligrafía, pintor y grabador chino, quien desde hace doce años reside en la República Checa.
Ésta es la primera vez que el profesor Sü Kuo-fu ofrece en este país una exposición conjunta con sus alumnos y, según afirma, el hecho de que en los últimos años se registra en la República Checa un creciente interés por la caligrafía le causa gran alegría.
"La inclinación de los checos y de los europeos en general a la caligrafía es grande y, a mi parecer, supera incluso el interés por la pintura china. Creo que uno de los motivos del por qué a los europeos les gusta la escritura artística china, es porque un trabajo de caligrafía se asemeja mucho a un cuadro. Podríamos decir incluso que las inscripciones negras sobre un fondo blanco que son propios de la caligrafía, tienen cierta semejanza con el arte abstracto".
El profesor chino, Sü Kuo-fu, se dedica a la caligrafía desde su infancia, habiendo sido sus primeros maestros unos monjes taoistas. Con el paso de los años fue perfeccionando sus conocimientos de caligrafía, aprendiendo simultáneamente pintura y grabados chinos. Es autor de varios libros de caligrafía e impartió clases en Japón. Allí conoció a algunos europeos que mostraban profundo interés por aprender caligrafía y conocer el arte oriental. Ese fue uno de los impulsos para que el profesor Sü Kuo-fu se trasladara a Europa."Me radiqué con mi familia en la República Checa por tener aquí varios amigos. Hoy en día tengo en este país a muchos alumnos y también mantengo contactos con otros países, entre ellos Italia. Además de impartir clases de caligrafía, voy ampliando mis conocimientos de la cultura de las naciones europeas. Desearía viajar un día a París y conocer el Louvre, que todavía no he tenido la oportunidad de visitar".
El profesor Sü Kuo-fu, valora altamente el avance de sus alumnos en el aprendizaje de caligrafía. Indica que muchos chinos podrían envidiarles su habilidad y dedicación. Matiza que la actual exposición de Dobrís de los trabajos de caligrafía, confirma una vez más lo que se acostumbra decir en China y es que "si se estudia con verdadera seriedad y dedicación, los frutos del conocimiento no tardan en llegar", lo cual vale también en el caso de la caligrafía.
Conocer los inicios y el desarrollo de la prensa escrita checa ofrece la exposición "Historia de la prensa", instalada actualmente en el antiguo palacio Nostic, de estilo barroco, en Praga. La muestra se celebra con motivo del 150 aniversario este año del prematuro fallecimiento de Karel Havlícek Borovský, político, escritor y periodista checo de principios del siglo XIX, uno de los mayores propagadores de la prensa nacional checa.
"La exposición abarca más de 800 títulos de periódicos que documentan los acontecimientos acaecidos a lo largo de los pasados 350 años en las Tierras Checas. El visitante tiene la posibilidad de familiarizarse con los inicios de la prensa escrita en estos territorios, que se remontan al año 1659, y a su posterior desarrollo hasta los años noventa del siglo XX, o sea, hasta hace poco", señala el comisario de la exposición, Miloslav Krist.
La exposición enlaza con la exitosa muestra en el Museo Nacional de Praga dedicada a la historia de los medios de comunicación nacionales. En las vitrinas se pueden ver periódicos de orientación política, económica y militar, así como revistas destinadas a mujeres y niños.
Merecen especial atención los periódicos publicados durante la Segunda Guerra Mundial, o sea, durante la ocupación de Checoslovaquia por la Alemania nazi. Se trata de periódicos clandestinos, así como de diarios publicados por los judíos checos en los campos de concentración nazis.
La exposición documenta cómo algunos diarios fueron cambiando de aspecto o de título a lo largo del tiempo, mientras que otros desaparecieron por completo, según indica Miloslav Krist.
"Una parte de la muestra está reservada a la prensa de los paisanos checos en el exterior, a la prensa del imperio Austro-húngaro y a la prensa eslovaca, tomando en consideración el contexto de la historia de las naciones europeas. Los periódicos expuestos provienen mayormente de mi colección personal, ya que desde hace más de quince años me dedico a confeccionar todo lo relacionado con la historia de la prensa escrita en este país".
Miloslav Krist apunta que algo muy curioso es el reconocimiento y respeto que antaño se tenía al periodismo. Muchos ciudadanos guardaban por ejemplo a lo largo de todo el año todos los números de alguna revista y después los mandaban a encuadernar. Se consideraba algo natural guardar la información sobre los sucesos más importantes para transmitirla posteriormente a las generaciones venideras.