Los socialdemócratas piden precio alto por su tolerancia al nuevo gobierno
Infructuosas fueron las deliberaciones sobre el nuevo gobierno entre los dos mayores rivales en el escenario político checo: el Partido Cívico Democrático y el Partido Socialdemócrata. El acuerdo fracasó en el programa del nuevo Gabinete.
Para los socialdemócratas resulta inaceptable, por ejemplo, la privatización de los servicios públicos, el alza del IVA de los alimentos y de los fármacos y el impuesto equitativo, afirmó Paroubek.
"Insistimos, además, en una serie de temas como la transición de la República Checa al euro en 2010, la continuación de la lucha contra la corrupción, etc. Rechazamos todas las medidas que afectarían el nivel de vida de los ciudadanos checos."
Las condiciones presentadas por Paroubek fueron rechazadas por el jefe del Partido Cívico Democrático, Mirek Topolánek. "Se trata se un precio demasiado alto", afirmó. Según opina, aceptar las condiciones de Paroubek significaría en práctica realizar el programa del Partido Socialdemócrata. "Esto sería irresponsable hacia nuestros electores", subrayó Topolánek, quien se esfuerza por formular el programa común y firmar el acuerdo de coalición con los Populares y los Verdes antes de finales de junio.No obstante, la situación está complicada. Mientras que algunos capítulos del programa gubernamental están listos, en otros puntos el acuerdo es difícil. Mayores contradicciones provocan los temas de los impuestos y de la energética. Los políticos se reunirán nuevamente el miércoles.
El eventual gobierno de coalición no tiene garantizada la mayoría en el Parlamento.