Jóvenes checos adquieren experiencia en Africa
En los últimos años, cada vez más checos salen del país para adquirir experiencia laboral en el exterior. Se trata especialmente de personas jóvenes que acaban de terminar sus estudios y no se ven limitadas todavía por obligaciones familiares. La mayoría se dirige a alguno de los países de Europa Occidental, hay jóvenes que trabajan en Estados Unidos y en Canadá. Pocos son los checos, no obstante que desean trabajar en algún país en vías de desarrollo, por ejemplo, en África. Aunque también pueden haber excepciones.
Pavel y Anna son una joven pareja checa que, acabados los estudios y dominando el inglés y el francés, decidió buscar suerte y experiencia en el continente africano. El primer impulso fue distinguirse de la mayoría pero luego África comenzó a interesarles cada vez más. Les fue ofrecido trabajar dos años en uno de los países de la Costa Occidental y aunque, según señalan, no todo fue color de rosas, esa estadía les ha ofrecido un millón de conocimientos nuevos.
En entrevista para Radio Praga, Anna y Pavel compartieron sus impresiones de cuando llegaron por primera vez a Africa.
"Fue muy interesante porque cuando viajamos allá, en Praga hacía ya bastante frío, acercándose el invierno y cuando aterrizamos en Africa, en el aeropuerto recibimos un "duro golpe" debido a un inmenso calor acompañado de gran humedad. Lo otro es que yo siempre, hasta entonces, vivía rodeada de familiares y amigos y de pronto llegué a encontrarme en medio de personas totalmente desconocidas y con otro tipo de costumbres. Tuve una impresión rara, pero no negativa. Y no tardé mucho en adaptarme", sostuvo Anna.
"Efectivamente, el primer encuentro con África fue caluroso, por el intenso calor reinante allá y que en nada se asemeja al calor de la Europa Central. Nuestras impresiones han sido positivas en general, porque después de todo lo que nos habían contado de Africa, nos sorprendió que muchas cosas no eran así. Hablamos de países subdesarrollados, pero en los estados de la Costa Occidental por ejemplo, se consigue todo, aparatos electrónicos, teléfonos celulares, etc.", apuntó Pavel.
¿Les costó acostumbrarse a la comida africana?
"Bueno, además de frutas y verduras tropicales, muchas que desconocía hasta entonces, he probado una comida típica que llaman Fu-Fu, que es algo entre un puré de papas y una goma de mascar. No puedo decir que me haya gustado y creo que nuestro cuerpo está adaptado a otro tipo de alimentos", así dijo Anna.
¿Aparte de la alimentación, han tenido que enfrentar algunas dificultades, por ejemplo de carácter sanitario?
"Nosotros no hemos tenido ningún problema de ese tipo. Allí el mayor riesgo es la malaria y diferentes tipos de amebas. Por suerte, no nos ha tocado experimentar eso, aunque varios amigos nuestros sí han tenido malaria, incluso varias veces al año y a veces ni se han podido levantar de la cama. Creo que mucho depende de la prevención, del comportamiento del individuo y estoy convencido que es posible eludir esos males", afirma Pavel.
¿Puede un centroeuropeo identificarse con el modo de vida en África?
"Eso es individual y depende del carácter de cada persona. En países de la Costa Occidental africana trabajan muchos checos desde hace varios años, algunos incluso casi veinte años y les gusta. Visitan la República Checa durante sus vacaciones y no la extrañan. Yo creo que es posible adaptarse. Creo que la cuestión radica en lo que uno espera de la vida y desea hacer en el futuro", tal fue la opinión de Pavel.
Pavel y Anna hablaron también de la hermosa naturaleza en la Costa Occidental africana, y de la población.
"Yo diría que son personas que saben vivir y que saben divertirse. Uno tiene que admirar que se conforman con lo poco que tienen e incluso se muestran muy satisfechas con lo que tienen. Son gente de una cultura muy diferente a la nuestra, pero de un corazón abierto", concluyó Anna.
En esta A Toda Marcha Pavel y Anna, una joven pareja checa, nos habló de su experiencia en África, donde han tenido la posibilidad de trabajar durante dos años.