"La vida es una casualidad"
El Museo Nacional inaugurará una exposición titulada "La vida es una casualidad" dedicada a la vida y obra de Jaroslav Jezek, uno de los grandes compositores de música moderna checa.
Jaroslav Jezek, fue un compositor fuera de serie. Con Bohuslav Martinu y Erwin Schulhoff, creó un nuevo tipo de música moderna para piano que admiraron estrellas como el estadounidense Benny Goodman.
Jaroslav Jezek dejó una profunda e importante huella en la música de cámara y también en la música sinfónica. Su capacidad de composición fue tan amplia que se sitúa entre los principales compositores de la música bailable checa e irrumpió en el mundo de la canción política.
Y como si esto fuera poco, Jaroslav Jezek compuso bandas sonoras para varias políticas, pero se puede decir que sus grandes pasiones fueron el jazz y el swing.
"El jazz es el pan de cada día de la Humanidad. Es el arte nuevo, que crece al lado del oficial," dijo en su momento Jaroslav Jezek.
En los años veinte y treinta, para los círculos intelectuales checos el jazz era más que una moda, era un símbolo de modernidad, de progreso y de la democratización social.
Los jóvenes artistas e intelectuales consideraban la música influida por el jazz como una manifestación pública de su adhesión a la vanguardia.
Jaroslav Jezek, fue director titular de la Orquesta del Teatro Liberado desde 1929 a 1938. En ese teatro destacaron dos de las mayores estrellas del teatro checo de todos los tiempos, Jirí Voskovec y Jan Werich.
Nacido en Praga el 25 de septiembre de 1906, Jaroslav Jezek tuvo una infancia difícil. Tenía problemas de la vista, por lo que durante seis años frecuentó una escuela para invidentes, situación que culminó en lo que se llamó "Un mundo azul oscuro".
En la habitación de Jaroslav Jezek, en Praga, las paredes, las cortinas y el mobiliario son azules. "Un mundo azul oscuro"- así se llama también una canción de Jezek.
En el cuarto azul destaca el piano en el que Jaroslav Jezek solía tocar las composiciones, para el Teatro Liberado en los años 30 del siglo pasado. Jaroslav Jezek compuso para ese teatro de vanguardia unas 120 canciones, incluido el blues "Un Mundo Azul Oscuro".
En 1939, cuando la Alemania nazi invadió Checoslovaquia, los tres artistas, Jezek, Voskovec y Werich huyeron a Estados Unidos. Entonces el Teatro Liberado dejó de existir.
En EE.UU. el compositor se ganaba la vida dirigiendo dos coros de la comunidad checa, afincada en ese país. Paulatinamente el estado de salud de Jaroslav Jezek se deterioró.
La Nochebuena de 1941 el compositor fue ingresado en un hospital neoyorquino. Jaroslav Jezek falleció el 1 de enero de 1942, a los 35 años de edad, dejando un legado musical para la nación checa y el mundo.
La exposición sobre la vida y obra de Jaroslav Jezek será inaugurada el 21 de septiembre en el Museo de la Música en Praga y permanecerá abierta hasta finales de febrero.