Los checos tienen hambre de cine latinoamericano
David Čeněk, historiador y crítico de cine, es el encargado de seleccionar las películas latinoamericanas que se exhiben en los festivales Febiofest de Praga y de Karlovy Vary, y afirma que a los checos les encantan los filmes de esas latitudes.
Además, debe afinar los detalles de la retrospectiva que Karlovy Vary, el festival de cine más importante del país y de Europa del Este, le brindará al director mexicano Arturo Ripstein en julio próximo.
Es un hombre ocupado Čeněk, que vive por y para su pasión, el cine latinoamericano. Y afirma no estar solo en este sentimiento, ya que últimamente, según cree, los checos han empezado a volverse adictos a las películas de esa región.
“Sí, eso sí, creo que hay hambre por ver películas latinoamericanas. Aquí en Febiofest cada año es lo mismo, es la sección con más películas agotadas, es decir, que son películas que gustan a la gente y el hecho de que ganen tantos premios quiere decir que le gusta a los críticos, a la gente que exige más”, sostiene.
David Čeněk dice admirar mucho a los cineastas latinoamericanos, sobre todo tomando en cuenta las condiciones en las que trabajan.
“Cuando veo las condiciones económicas, a veces políticas en estos países siento una gran admiración por los cineastas latinoamericanos, porque los cineastas checos, por ejemplo, se quejan, siempre se quejan que no tienen mucho dinero, que las condiciones son muy malas, pero cuando ves cuáles son las condiciones en Argentina, Costa Rica o Panamá, y se hacen películas, es que quieren hacer películas en esos países”.
David Čeněk ve unas 60 películas para poder seleccionar las 16 que integran la selección latinoamericana anual de Febiofest y asegura que elige los largometrajes que cree le gustarán a sus compatriotas.
“Es un criterio muy subjetivo. La película tiene que gustarme a mí. Pero no de una manera que me diga esta película me gusta por el tipo de historia o la manera de filmar. No. Yo veo la película y me digo: sí, es una película que por lo menos está hecha de una manera profesional, que puede interesar al público checo. No es una opinión subjetiva que tiene que gustarme a mí, a David, pero tiene que gustarle al público checo, ser interesante para nosotros”, afirma.
También destaca que la mayoría de las películas seleccionadas año a año en Febiofest son mexicanas y argentinas, por razones obvias, ya que esos son los países con mayor producción.“La mayoría son mexicanas o argentinas. Es lógico porque el cine mexicano es el más interesante, hay mucha diversidad en la producción mexicana, tanto las películas más artísticas, como la de Carlos Reygadas que presentamos, Luz Silenciosa, tanto las películas de género y las que son como una reflexión de la historia”, explica.
Pero a su vez, buscan rescatar filmografías más desconocidas, de países con menor producción.
“Siempre buscamos películas de las producciones menos importantes, por razones diferentes, como son películas chilenas o venezolanas. Este año hay una película chilena que a mí me gusta mucho, que se llama Fiesta Patria, que es una reflexión sobre lo que vive la sociedad chilena actual en relación con la dictadura de Pinochet, cómo los hijos ven a sus padres que tienen que vivir con lo que han hecho durante la dictadura”, sostiene.Febiofest baja su cortina este viernes en Praga, para proseguir en otras ciudades checas, como Brno, Liberec, Olomouc y Ostrava, con funciones hasta el 18 de abril próximo.
Después de eso, Čeněk se concentrará en su siguiente labor: elegir y estudiar las películas que formarán la retrospectiva que el Festival de Cine de Karlovy Vary brindará en homenaje a Arturo Ripstein, director de Profundo Carmesí y La Virgen de la Lujuria, entre otras, quien visitará el país junto a su pareja y guionista Paz Alicia Garciadiego.“Yo creo que Arturo Ripstein, en algunas de sus películas, es muy bueno, como El Castillo de la Pureza, El Otro o Profundo Carmesí, pero hay otras que no son tan buenas, que no son tan interesantes, o están exageradas. Pero es importante este director en el sentido de que él participó mucho en el desarrollo del cine mexicano al final de los años 60 y en los 70”.
Así es la vida de David Čeněk, siempre ocupado en divulgar el cine latinoamericano en la República Checa.