“Los checos todavía no saben lo que es servicio al cliente”
En esto coinciden todos los turistas, no sólo los hispanohablantes: en cuestión de servicio al cliente, los checos están a años luz de los países occidentales y todavía arrastran malos modos quizás si heredados del comunismo.
No es raro que cuando algún turista despistado hace una pregunta en un local, comercio o restaurante checos, cualquier pregunta, por más inocente que sea, el dependiente, en vez de contestar amablemente, le ladre.
De servicio al cliente, de atención atenta y expedita, de recibir con una sonrisa y preguntar amablemente qué desea, acá en la República Checa nada.
Armando, un mexicano que a comienzos de la década vino de paseo a Praga y ahora volvió para quedarse, asegura que esa es la principal traba de vivir en la capital checa.
“Pienso que en cuestión de servicio al cliente, cuando vas a una tienda, a un mercado, es totalmente precario, horrible. No tienen lo que se llama customer service, servicio al cliente, nada, no saben lo que es eso todavía, no les ha llegado. Les pides una cosa, una pregunta, cualquier cosa y si no lo tienen básicamente te echan la culpa a ti, te ladran, te están ladrando, guau, guau, de eso me he dado cuenta”, afirma.
En los países de habla hispana, y también en Estados Unidos, donde le ha tocado vivir algunas temporadas, impera el dicho ese de que el cliente siempre tiene la razón, según Armando.
“En México la gente es más amable en ese sentido y en Estados Unidos pues también, o sea, en el tiempo que he estado ahí es el mejor servicio al cliente que he visto”, agrega.
Armando cree que los malos modos con que atienden los checos son una herencia del comunismo. Y que un servicio al cliente amable, expedito y con franca sonrisa en la boca es característica del capitalismo. Así que quizás los checos, con el tiempo, aprendan.