Gobierno crea un Comité para la paridad de sexo en política

Michael Kocáb y Džamila Stehlíková, foto: ČTK

Alcanzar una mayor representación de las mujeres en los altos cargos oficiales. Ésta será la tarea del Comité para la paridad de sexo en política, que ha sido establecido por el Gobierno checo esta semana.

Michael Kocáb y Džamila Stehlíková,  foto: ČTK
La representación de las mujeres checas en los altos cargos políticos del país sigue siendo baja a pesar de que el sexo femenino constituye el 50 por ciento de la población. En julio pasado, el Gobierno de Jan Fischer expresó su respaldo al propósito del ministro para los Derechos Humanos, Michael Kocáb, de lograr una mayor representación femenina en la esfera pública.

Kocáb ha impulsado ahora la creación del Comité gubernamental para la paridad de sexo en política, presidido por la ex ministra Džamila Stehlíková. La tarea de la nueva institución consiste en elaborar un proyecto de enmienda a la Ley electoral que le garantice a la mujer una mayor presencia en los cargos públicos, según recalcó el ministro Kocáb.

“Nuestro objetivo es que las mujeres representen un 30 por ciento de los candidatos a todos los cargos públicos. Esto lo considero una de las prioridades del nuevo Comité. Queremos que las formaciones políticas apliquen consecuentemente las cuotas para la representación de la mujer al elaborar las listas de candidatos para cargos oficiales. Cada tercer candidato debería ser una mujer”.

La Cámara Baja checa, formada por 200 diputados, la integran actualmente 36 mujeres, lo que representa un 18 por ciento del número total de legisladores. Mientras tanto en Suecia, por ejemplo, las mujeres forman el 47 por ciento de los legisladores. En el Parlamento Europeo, la República Checa ocupa uno de los últimos lugares en cuanto al número de eurodiputadas, por delante sólo de Malta.

Algunas formaciones políticas como el Partido Socialdemócrata y los Verdes, ya aplican las cuotas para la representación de la mujer, pero sólo de manera formal, según indicó la abogada Hana Marvanová, ex diputada. “El mayor enemigo de la mujer son las malas relaciones dentro de su propio partido. Sus colegas le insinúan que debería quedarse mejor en casa con sus hijos. O sea que la mujer se ve muy presionada y en tales condiciones resulta difícil defender su posición en su propio partido”.

La mayoría de las mujeres que desempeñan cargos públicos y tienen familia, realmente suelen dedicar mucho más tiempo a sus hijos que sus colegas hombres. No obstante, según asegura el ministro Kocáb, eso representa a la vez una garantía de que una mujer con cargo político entenderá mejor los problemas cotidianos de otra mujer. Y este punto de vista femenino es imprescindible por ejemplo, en los sectores de política social, educación y otros.

El ministro Kocáb prevé presentar el proyecto de enmienda a la Ley electoral, que implicaría una mayor participación femenina en los cargos políticos, antes de finales del presente año.