Resucita Crystalex, símbolo de la crisis económica en Chequia
Un año después de su sonora quiebra, la fábrica de Crystalex de Nový Bor vuelve a funcionar. El encendido de los hornos precederá a la progresiva puesta en marcha de una fábrica clave para la economía de la región y para la producción de uno de los emblemas checos: el cristal de Bohemia.
Hace doce meses la plantilla del grupo Bohemia Crystalex Trading a la que pertenecía la fábrica de Nový Bor rondaba las 1.800 personas y producía el 90 por ciento del apreciado cristal de Bohemia. En la actualidad, son solo 200, de las cuales la mitad lo hacen en la pequeña ciudad al noroeste del país. Pero el horno que este miércoles se encenderá ya ha traído cierta esperanza a la localidad y sus aledaños que tanto dependían de la producción de uno de los productos checos más emblemáticos.
El representante sindical de la compañía, František Kuric, explica los primeros pasos a seguir tras el encendido del primer horno, que fundirá cristal para dos líneas de producción.
“Cuando se termine de calentar el horno, haremos pruebas de procesos de producción. El haber tenido que enfriarlos hace un año no es bueno para ellos y además, con el tiempo que estuvieron sin funcionar no sabemos si nos encontraremos con alguna avería. Así que vamos a iniciar dos líneas, pero eso no significa que se inicie así la producción”.La semana que viene será el segundo de los hornos el que vuelva a funcionar. Más de tres meses de reparaciones y una considerable inversión lo han hecho posible.
Unos 800 antiguos empleados han pedido trabajo en la fábrica, pero las previsiones son de un total de unos 350 trabajadores hacia mediados de año. La demanda determinará el porvenir de la fábrica que en septiembre del año pasado adquirió el grupo de capital ruso CBC Invest por una cifra cercana a los catorce millones de euros. Bajo el nombre que adoptó poco después, Crystalex CZ, el próximo 21 de enero iniciará oficialmente de nuevo su producción.