Karlovy Vary busca soluciones a la crisis en la producción de porcelana
La empresa Karlovarský Porcelán, el mayor fabricante checo de porcelana, está en crisis y el futuro de sus empleados es incierto. El gobierno regional de Karlovy Vary prepara un plan de emergencia en caso de despidos masivos.
Una tras otra, las empresas tradicionales checas caen víctimas de la crisis financiera mundial. Tras apagarse los hornos de varias plantas cristaleras, la fábrica de porcelana Karlovarský Porcelán, situada en Bohemia Occidental, se declaró en quiebra.
La empresa se vio obligada reducir al mínimo su producción y mandar a casa a la mayoría de sus empleados, afirmó el director general de la fábrica, Vlastimil Argman.
“De los mil empleados que actualmente tiene la empresa sólo unos cien siguen trabajando. El resto tuvo que quedarse en casa cobrando el 60 por ciento de su sueldo”, indicó Argman.
El futuro de la fábrica depende de si se logra encontrar a un inversor interesado en continuar la producción. El gobierno regional de Karlovy Vary no quiere esperar con las manos cruzadas hasta el último momento y prepara un plan de emergencia en caso de que cierren definitivamente la fábrica y centenares de personas se queden sin trabajo.
Una de las propuestas es crear una fundación especial para apoyar a los parados, señaló el gobernador de Karlovy Vary, Josef Novotný.“El objetivo de la fundación, además de proveer ayuda financiera a los ex empleados de la empresa, sería monitorear la situación y convocar reuniones a nivel regional”, destacó Novotný.
Hasta el presente, el Gobierno se negó a proveer ayuda financiera a las empresas afectadas por la crisis. Este martes, el ministro de Finanzas, Miroslav Kalousek, admitió por primera vez que el Estado pueda intervenir en el caso del consorcio de fábricas cristaleras, Bohemia Crystalex Trading, que produce el 90 por ciento del cristal checo. La única condición, según el ministro, es que su dirección presente un plan realista para la reorganización de la empresa.