Gobierno checo planea introducir tarjetas azules para inmigrantes con estudios
Las consecuencias del reciente terremoto en la cúpula del Partido Cívico Democrático; el proyecto gubernamental de las llamadas ‘tarjetas azules’ y el controvertido uso de los biocarburantes son algunos de los temas que comenta la prensa checa de este lunes.
La nueva estrategia de los socialdemócratas es presentar a Nečas como el principal promotor de una serie de medidas antisociales, como la introducción de los pagos por servicios médicos o el proyecto de una enmienda al Código Laboral, negativa para los empleados, indica el rotativo.
Los recientes cambios al frente del Partido Cívico Democrático son aplaudidos por el presidente Václav Klaus, según Právo.
El primer mandatario nunca ha ocultado su fuerte antipatía hacia Mirek Topolánek. En cambio, a Petr Nečas lo relaciona con la facción tradicional de la formación que siempre había preferido, escribe el periódico.
El Gobierno checo busca maneras para atraer al país personal altamente cualificado, anuncia el diario Hospodářské Noviny. Después de introducir las llamadas ‘tarjetas verdes’ para trabajadores no comunitarios en enero del año pasado, ahora prepara otro proyecto, el de las ‘tarjetas azules’.
Con esta medida, el Estado quiere luchar contra la escasez de trabajadores altamente cualificados, especialmente, en la informática y la sanidad. Estos sectores afrontan una profunda crisis debido a que profesionales checos salen al exterior en busca de mejores sueldos.
El sistema de las tarjetas azules funciona con éxito en varios países de la Unión Europea. Para entrar en vigor en la República Checa, debe obtener el visto bueno del nuevo Gobierno que surgirá de las elecciones parlamentarias de mayo, recuerda Hospodářské Noviny.
Por su parte, Lidové Noviny se dedica al tema de los biocombustibles. Numerosas investigaciones demuestran que su uso no es tan ecológico como se preveía. El motivo es el cambio del paisaje relacionado con el cultivo intenso de las plantas utilizadas en su producción.
Según un reciente estudio, elaborado por solicitud de la Comisión Europea, siempre que la cantidad del biocarburante en un combustible supere el 5,6 por ciento, su uso resulta nocivo para el medio ambiente.
Sin embargo, la cuota para 2010, fijada por la Comisión Europea en la Directiva sobre Biocarburantes, es del 5,75 por ciento, advierte el matutino.
