Los checos no quieren a los gitanos
Los checos consideran que los gitanos son un problema para la sociedad. Un estudio de la agencia demoscópica STEM reveló que cerca del 90 por ciento de los checos confiesa haber tenido una experiencia negativa con los gitanos.
El hecho de que el 83 por ciento de los encuestados respondiera que ha tenido una mala experiencia con los gitanos ha sorprendido al propio director de la agencia STEM, Jan Hartl.
„Esta cifra es drástica hasta para un sociólogo, es casi increíble, ya que de acuerdo con el resultado del estudio, significa que todos están en contra de los gitanos”, subrayó Hartl.
De acuerdo con el estudio el 45 por ciento de los encuestados desea que los gitanos abandonen el país, simplemente que se vayan a vivir a otro lugar. A los gitanos no se les ve como a conciudadanos, sino que más bien como a personas llegadas de otro lugar.Para František Bartoš, jefe del equipo de sociólogos que efectuó el estudio, el rechazo a los gitanos se debe, desde el punto de vista de los encuestados, a su falta de interés por adaptarse a la normas de convivencia vigentes en la sociedad mayoritaria.
“La actitud antigitana de la sociedad se debe a que se los relaciona directamente con actividades negativas como la delincuencia, el abuso de las garantías sociales y la falta de interés por adaptarse a la comunidad. Para muchos se trata de personas totalmente ajenas a la comunidad, que no son checos”, sostuvo Bartoš.Basándose en los resultados del estudio, el ministro del Interior, Radek John, sostuvo que la sociedad mayoritaria ha enviado un mensaje muy claro a los gitanos, por los que éstos deberían poner sus barbas en remojo y buscar la manera de hacer entender a sus hijos que no pueden ser los responsables del empeoramiento de la situación.
El ministro recordó que las minorías tienen derechos, pero también deberes y deben responder por sus actos.
Entretanto, el activista Ivan Veselý responsabilizó al Estado de las pésimas condiciones en que vive la comunidad gitana. “A los gitanos les falta educación, no tienen trabajo y carecen de poder y representación en la sociedad. El Estado nunca ha aplicado una política efectiva para ayudar a los gitanos” subrayó Veselý.Los resultados del estudio son alarmantes ya que demuestran que la sociedad checa es propensa a dar su respaldo a las formaciones políticas que ofrecen un discurso extremista. Por una agrupación así votaría hasta el ocho por ciento de los encuestados.
En la consulta salieron mal parados también los musulmanes. El 75 por ciento de los checos considera que representan un peligro para el futuro de la sociedad occidental.
De acuerdo con la encuesta los checos no se consideran racistas, se autodenominan nacionalistas y hacen énfasis en el hecho de que ven con simpatía a los homosexuales.