Policía checa no tiene dinero para comprar gasolina

Los efectos de los recortes presupuestarios en la Policía checa, empresas checas vuelven de China y el creciente número de divorcios de matrimonios de muchos años son algunos de los temas que aparecen en la prensa checa de este martes.

Todos los diarios nacionales comentan el acuerdo logrado entre el Ministerio de Salud y los sindicatos médicos.

El periódico Hospodářské Noviny ha optado por un título neutral: “Heger y los sindicatos médicos llegan a un acuerdo”. Lidové Noviny pone: “Los médicos se baten en retirada”. Por su parte, Mladá Fronta Dnes anuncia: “Los médicos han logrado su objetivo, las enfermeras se quedan sin nada”.


Právo dedica su atención a los recortes presupuestarios que desde enero afectan a los cuerpos de seguridad, entre otros empleados del sector público.

La Policía, por ejemplo, se ha visto obligada a reducir el consumo de gasolina. Aunque las autoridades lo niegan, existen límites que no deben superarse. “A partir del nuevo año, tenemos permitido recorrer 20 kilómetros en automóvil, como máximo, durante una jornada de 24 horas”, afirma en el diario un policía que no desea publicar su nombre.

Según el jefe de la Policía checa, Petr Lessy, la institución atraviesa uno de los peores momentos de su historia. “Es verdad que tratamos de reducir al mínimo el uso de los vehículos”, reconoce, pero afirma que oficialmente no se ha establecido ningún límite de consumo de gasolina.

Petr Lessy  (a la izquierda),  Radek John  (en el centro),  foto: ČTK
La falta de recursos es el principal motivo de las protestas de los sindicatos policiales dirigidas en contra del ministro del Interior, Radek John.

Éste rechaza asumir la responsabilidad por la situación en el sector y argumenta que los recortes presupuestarios han sido desde el principio la prioridad del Gobierno de Petr Nečas. Señala además que cada región del país tiene su propio presupuesto y que depende de sus prioridades de cómo gaste su dinero, indica Právo.


Foto: ČT
Las fábricas textiles checas regresan de Asia, anuncia en portada el diario Lidové Noviny.

Las empresas checas que hasta el presente han fabricado ropa en China y Vietnam, poco a poco vuelven al país. El motivo es que los precios de la producción en los países asiáticos han aumentado entre el 15% y el 20% durante los últimos meses.

Además, crecen los gastos de transporte. “Antes pagábamos 1.000 dólares estadounidenses por un contenedor, ahora pagamos 1.400 dólares”, afirma Radek Nováček, director económico de la compañía Direct Alpine.

La situación se debe a la creciente economía de los países de Asia, especialmente, China. La sociedad allí se vuelve cada vez más rica y, por eso, más exigente con la vestimenta. Las empresas reciben suficientes encargos de las firmas locales y no necesitan fabricar para los extranjeros, escribe el rotativo.


Mladá Fronta Dnes escribe sobre el creciente número de divorcios de matrimonios de muchos años en Chequia.

“Cada vez más parejas que han vivido juntas gran parte de su vida se separan”, advierte Jan Frolík, de la asociación cívica Centrum Generace, que este lunes ha lanzado una campaña en apoyo al matrimonio tradicional.

El motivo, según Frolík, es una combinación de dos factores: Uno, que los hombres que se han casado hace 20 años, ahora tienen apenas 50 y siguen siendo atractivos para las mujeres jóvenes. Y, segundo, que aumenta el número de mujeres solteras, mayores de 30 años, que prefieren a hombres maduros y económicamente independientes.

Además, según el sicólogo Petr Šmolka, tener una esposa joven y guapa es cuestión de prestigio personal para gran parte de los hombres checos.

Por su parte, el sexólogo Petr Weiss opina que la alta tasa de divorcios en el país se debe al ateísmo de los checos. “La religión impide a mucha gente buscar relaciones extramatrimoniales, que son la causa más frecuente de los divorcios”, opina el experto.

Lo cierto es que la fidelidad no es el fuerte de los checos. En un reciente sondeo, realizado por los sexólogos Petr Weiss y Jaroslav Zvěřina, el 64% de los hombres y el 46% de las mujeres han reconocido haber sido infieles alguna vez, escribe Mladá Fronta Dnes.